Por Julio Naranjo |11 de octubre de 2017, 5:56 AM

La Selección Nacional de Costa Rica acabó la hexagonal de Concacaf este martes en Panamá con la satisfacción de haber obtenido su boleto al Mundial de Rusia-2018.

El conjunto dirigido por Óscar Ramírez se mantuvo estable y sorteó la clasificación del área en la segunda posición con 16 puntos, casi con la misma solvencia que lo hizo La Sele de Jorge Luis Pinto rumbo a Brasil 2014, que visó su pasaje con 18 unidades. 

Los ticos llegarán a la tierra de los zares luego de cosechar cuatro triunfos, la misma cantidad de empates y dos derrotas, para un 53% de rendimiento.

Con el boleto en el bolsillo y la ilusión de volver a hacer historia en otra Copa del Mundo, es momento de analizar los puntos altos y bajos de la Tricolor durante la hexagonal.

Lo bueno

Acierto con el Machillo

Tras la convulsa salida de Pinto y el corto periodo de Wanchope en el banquillo, la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) acertó al encomendar la Tricolor a Óscar Ramírez, un técnico criollo y que supo ganarse el respeto de la afición a base de resultados, aunque su estilo y forma siguen cosechando cuestionamientos.

Inclusión de nuevas figuras

Al grupo que logró la histórica clasificación a cuartos de final en Brasil 2014 el Machillo le sumó algunas piernas en posiciones específicas: futbolistas como Rónald Matarrita, Francisco Calvo, David Guzmán y Johan Venegas llegaron a La Sele para quedarse, varios incluso son titulares.

También consideró la experiencia y buen momento de jugadores a nivel nacional como Randall Azofeifa y Daniel Colindres, quienes no fueron tomados en cuenta en el proceso anterior.

Puntuar de visita

El combinado patrio se trajo abajo dos rachas negativas importantes. Luego de 32 años volvió a ganar de visita en Estados Unidos, mientras que tenía 13 de no lograr al menos un empate en Honduras. Fuera de casa perdió ante México en el Azteca y este martes ante los canaleros. 

Lo malo

Perdió fuelle en el Nacional

Que La Sele consiguió puntos importantes afuera es cierto, pero también dejó de cumplir sus obligaciones en su patio. En el Estadio Nacional la afición tica tuvo que lidiar con el agridulce de dos empates, mientras que que en el proceso hacia Brasil el Coloso de La Sabana acabó con marca perfecta.

Estilo de juego

Si bien los logros del Machillo son incuestionables, el estilo y la forma de conseguirlos sí admiten señalamientos. El juego de la Tricolor fue intermitente, pasando de presentaciones soberbias como las que realizó ante Estados Unidos a otras decepcionantes como ante México, Honduras y Panamá en el Nacional.

Nivel de algunos legionarios

A la situación de Bryan Ruiz, descartado del primer equipo del Sporting de Portugal, debe sumársele que el rendimiento de otros jugadores que juegan en el exterior ha venido a menos. Uno de ellos es Joel Campbell, quien perdió la titularidad en La Sele y busca resurgir en el Real Betis español; o el caso de Óscar Duarte, quien espera recuperar ritmo tras superar una lesión que lo alejó de las canchas por más de seis meses.

Cristian Gamboa, Bryan Oviedo, Yeltsin Tejeda y Johan Venegas, por su parte, tienen poca participación con sus clubes.

Mal cierre

La Tricolor vivió de la renta en el cierre de la hexagonal, ya que de los últimos nueve puntos disputados solo ganó dos. Auque la eliminatoria ya es historia, los ticos tuvieron que aprender la lección para no meterse a futuro en una encrucijada como en la que estuvieron Panamá, Honduras y ahora Estados Unidos. 

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