Las fatídicas noches que La Sele nos hace vivir...
Nicaragua (con uno menos), Haití con un 2-0 al medio tiempo y, de nuevo, los haitianos avergonzaron a la Tricolor.
Comiéndose las uñas, con nervios desde el día antes del partido, con miedo, entre mucha zozobra: así se vivió la previa del Haití-Costa Rica hasta que finalmente pasó lo que nadie quería: un bofetada más de los haitianos en una eliminatoria rarísima y dolorosísima para Costa Rica.
Este resultado en Curazao hay que entenderlo como lo que es: una daga que se clava en el pecho de la afición futbolera del país.
La parte anímica termina socavada, eso no es bueno. Seamos claros: si se ve el contexto total es más doloroso, Costa Rica podía perder en Honduras, era si se quiere normal en un eliminatoria que no se puedan sacar puntos de visitante, pero hay que sumarle lo hecho recientemente.
El 1-1 en Managua cuando Nicaragua tenía un jugador menos; el 3-3 frente a Haití con un 2-0 arriba al medio tiempo y ahora fuimos víctimas de la H en el clásico centroamericano.
No solo fue en Managua, sino también en San José y ahora también en Curazao. Fue una primera vuelta de fase final de eliminatoria para el olvido.
¿Podrá revertirse esto? ¿Será pelear por el repechaje? ¿Se alcanzará la repesca mundialista? Estas preguntas estuvieron en el aire durante días, hasta que llegaron los haitianos de nuevo a herir el sueño mundialista con un 1-0 que deja una Copa del Mundo muy lejos de convertirse en realidad.
Pasar la página resulta algo no muy sencillo, pues este martes a las 8 p. m. el balón rodará ante Honduras en el Nacional. Ya no se depende exclusivamente de lo que haga La Sele sino también de lo que suceda con Panamá, Surinam, y también Haití. Terrible panorama.


