Por José Fernando Araya |10 de octubre de 2017, 12:49 PM

El fútbol tiene días extraños como el de este martes. Días en que las emociones van y vienen y que pueden rondar la crueldad fácilmente.

La Sele cayó derrotada 2-1 en el Rommel Fernández y fue testigo de una de ellas, de la fiesta deportiva más grande en la historia de Panamá, quienes por primera vez dirán presentes en una Copa del Mundo gracias a la combinación de resultados en Honduras y Trinidad y Tobago.

La felicidad se quedó corta en las gradas canalñers, que estallaron en júbilo tras sufrir durante la mayoría del encuentro, pese a que ambas anotaciones canaleras dejan mucha tela por cortar…

Tranquilidad vs necesidad.

En un día de definición, nada mejor que poder jugar tranquilo, sin aquella necesidad de buscar un resultado.

La Sele salió así, suelta, sin ataduras a una cancha del Rommel Fernández que vibraba por tener un chance mundialista, ese que se les había negado tantas veces, pese a estar cerca.

El partido se resumió en eso. En la necesidad panameña, ante el control y la tranquilidad de los nuestros que en la primera parte hicieron un gran trabajo.

Óscar Ramírez decidió salir con un equipo con cambios a lo que es su base de jugadores (ya conocida por todos). El Machillo le dio la oportunidad a un laborioso Rodney Wallace por ejemplo, o a un apuntado Ronald Matarrita.

Además, colocó a Johan Venegas como único hombre en punta. Una posición en la que el “Cachetón” se siente bien y da resultado a la Tricolor.

La Sele controlaba tranquilamente las acciones en la primera parte. Bryan Ruiz se mostró más aplomado que ante Honduras y tuvo varias combinaciones determinantes con Celso y Guzmán.

En una de ellas, el capitán lanzó una belleza de pase desde el costado, perfecto a los pies de Venegas para que este definiera por encima de Jaime Penedo y pusiera así el 1-0 al minuto 36.

El gol ratificó la buena labor dentro del terreno de juego para los nuestros, que eran mejor dentro de la cancha.

El gran fallo de la noche… el árbitro.

Panamá jugaba al filo de la navaja. De momento, el triunfo de Honduras ante México y inesperada derrota estadounidense en Trinidad y Tobago dejaba en manos de sí mismos su boleto a las frías tierras rusas.

Los canaleros mostraron coraje y arrinconaron a una Sele en estado de confort y relajación.

Poco a poco los espigados jugadores panameños se imponían en fuerza y lograron quitar así la pelota a la Nacional.

Luego vendría el grave error de la noche. El lunar que quedará como asterísco en el boleto panameño.

Al 52’, tras un tiro de esquina con mala salida de Pemberton y desorden defensivo incluido, Gabriel Torres casi cayéndose se encontró un balón, que a como pudo impulsó hacia el arco. Sin embargo, Matarrita lo desvió a tiempo en la línea. La pelota nunca ingresó.

Pero el árbitro Wálter López señaló al centro. Anotación ilegítima, pero un gol más que esperanzador para todo el pueblo panameño.

Panamá se abalanzó encima de La Sele y era predecible esperar un gol de los canaleros.

El festejo vino cuando Román Torres recibió un balón cara a cara con Pemberton, a quien fusiló para hacer gritar a toda una nación al 88’.

Festeja Panamá su histórica clasificación. La Sele cierra la eliminatoria con apenas su segunda derrota en todo el proceso rumbo a Rusia 2018.