Por José Fernando Araya |1 de septiembre de 2017, 12:49 PM

Dos goles de lucha y entrega sirvieron para acortar distancias, para reducir los más de 10.000 kilómetros que hay entre Costa Rica y Rusia y poner así el Mundial a un punto nada más.

Los goles de Marcos Ureña van más allá de apenas un segundo triunfo como visitante en Estados Unidos por eliminatorias.

Es un triunfo que sirve para disipar fantasmas, para despejar toda la nube negra de dudas que rondó el entorno de la Tricolor tras una Copa Oro donde no se jugó bien.

Pundonor, precisión y dientes apretados.

El partido comenzó con las revoluciones al máximo, con un Estados Unidos explotando las bandas y pisando el acelerador a fondo.

Cristian Pulisic y Michael Bradley comandaron el ataque norteamericano que rápido nos metió en problemas en los primeros 15 minutos.

Incluso, en el intento por frenar la ofensiva estadounidense David Guzmán estuvo cerca de ver la tarjeta roja a los cuatro minutos.

Pese a esto, el peligro no llegaba al arco de Keylor Navas. Más bien sirvió para que Costa Rica tomará más confianza y conexión con Bryan Ruiz en el centro del campo.

Además, Bryan Oviedo se lució junto a Cristian Gamboa con el acertado aporte por las bandas.

Arriba, Marcos Ureña luchaba contra la marea defensiva. Luchaba cada balón y pese a su soledad intentaba impregnar fuerza al ataque.

En uno de ellas Ruiz filtró un pase entre el bosque de piernas estadounidense y dejó solo al ariete ante dos defensas, la llevó, la desgastó a un lado, y casi en el suelo, sacó un remate que dejó paralizado a la mitad del Red Bull Arena, pero sobre todo sin respuesta a Tim Howard.

Gol y éxtasis para los miles de aficionados que corearon en una sola voz el “ticos, ticos”, tal y como si estuvieran en la comodidad del Estadio Nacional.

Para la etapa complementaria, como era de esperar del guión de Óscar Ramírez, La Sele tendría que aguantar con dientes apretados el embate de Estados Unidos.

La entrada de Clint Dempsey metió a EE.UU. en el partido nuevamente e incluso Navas tuvo una parada espectacular al 66' tras un remate de Pulisic que fue ligeramente desviado y quedó en la gran tapada para el deleite de los fans.

Cuando más buscaba Estados Unidos el empate cayó la daga que lapidó el partido…

De un contragolpe, David Guzmán filtró un balón justo a los pies de Ureña quien corrió con todas sus fuerzas y sacó una definición de calibre para el 2-0 al 81’.

La victoria pone a Costa Rica muy cerca de su quinto Mundial mayor, una clasificación que podría llegar el próximo martes ante nada más y nada menos que México, el rival perfecto para celebrar.

Además, el triunfo y el doblete de Ureña le permitieron volverse a vestir de héroe tal y como lo hizo en Brasil 2014 ante Uruguay, de paso le sirve para callar alguna que otra boca tras ser fuertemente criticado por su falta de gol.

También termina con una racha de 14 juegos sin perder de Estados Unidos, la revancha perfecta tras la eliminación de Sudáfrica 2010 con el descorazonado cabezazo de Jonathan Bornstein y el infame partido de la nieve rumbo a Brasil.

También termina con una racha de 14 partidos sin perder para los dirigidos por Bruce Arena.

En fin, el triunfo permite al tico soñar, pero sobretodo volver a creer en un proceso que busca mantener la estrella de la anterior cita mundialista y que ahora está a un solo punto de lograr una quinta clasificación mundialista. 

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