Por Adrián Fallas |13 de junio de 2015, 12:55 PM

La Selección Femenina de Fútbol disputó 90 minutos cargados de empeño, ímpetu y agallas. El premio llegó al final del encuentro, cuando Karla Villalobos anotó el gol del empate al minuto 88.

La segunda presentación de las ticas en el Mundial de Canadá 2015 dejó un sinsabor en la legión de ticos que siguieron las acciones en Montreal. Las dirigidas por Amelia Valverde dejaron todo en el terreno, pero un descuido en la zaga y una torpeza en el área sepultaron las buenas intenciones tricolores, que merecieron ganar.

La partida se antojaba llena de felicidad para las ticas, ya que al minuto 16 Melissa Herrera anotaba el tanto patrio.

Herrera llegaba por detrás de la zaga coreana y con un fino toque enviaba la pecosa a besar las piolas.

La euforia del segundo gol costarricense en un mundial mayor femenino, la euforia de adelantarse en los cartones, la euforia de miles de gargantas consagradas al gol, se ahogaba al 19’.

Tras un cobro de penal Ji Soyun se empataba el partido. Al 25’ una defensa mal escalonada permitía a Jeon Gaeul anotar el 2-1.

Las ticas nunca bajaron los brazos, guapas se fueron al frente, muchas veces con más valentía que cerebro, muchas veces con más ansias que calma para abrir el candado de Corea.

El segundo tiempo fue un monólogo, donde las nacionales dictaban, mientras agazapadas las coreanas sostenían el marcador, se defendían tras un bosque de piernas.

En su inexorable marcha hacia el minuto 90 el tiempo corría al ritmo de los avances ticos, que carecían de profundidad y buen tino.

Fue un momento de claridad cuando el precipicio de la derrota se veía en el horizonte. Villabos se vestía de heroína y definía con clase en su duelo personal con la portera asiática.

Dos a dos lleno de sufrimiento, lleno de zozobra, que pudo ser un triunfo, que dejamos ir con dos errores.

La Tricolor sigue con vida y este miércoles se juega su pase a segunda ronda ante Brasil. Este sábado quedó claro que se puede, pero se ocupa concentración total.