Por José Fernando Araya |29 de marzo de 2016, 13:36 PM

Una bonita costumbre criolla se convierte cada vez más en una nueva moda durante cada partido de la Selección Nacional.

En la previa del partido es normal observar con más frecuencia el uso de los famosos chonetes por parte de la marea tica.

Ese típico sombrero de lona blanco, tan representativo de la patria como la Negrita de los Ángeles, se vende como pan caliente en las afueras del reducto de La Sabana que lucirá un lleno a reventar.

Orgullosos con sus chonetes, pero más de sus raíces limonenses, la familia Álvarez Cerdas fue de las primeras en llegar al estadio desde que se abrieron las puertas a las 4 p. m.

“Venimos un grupo de 10 personas en buseta desde Limón, todos somos familia y salimos a la 1 p. m. La idea es apoyar a la Tricolor y esperar un triunfo”, indicó Johnny Álvarez, nombrado vocero oficial por los otros miembros de su familia.

Ellos llegaron con la idea de ver un triunfo de la Tricolor y sobre todo poder ver de cerca a los ídolos.

Mientras resguardaban cómodos en sus campos, en las afueras, poco a poco la gente comenzaba a llegar religiosamente con su camiseta roja y sus chonetes.

Los vendedores ambulantes comenzaban a frotarse las manos, pues después de las 6 p. m. se da el ingreso de la mayoría de aficionados.

“Traje 100 trompetas para esta noche y espero venderlas todas. Ya llevo poco más de la mitad”, indicó una vendedora ambulante que prefirió el anonimato, pero que logró vender varia mercancía en pocos minutos ubicada al frente del acceso a gradería oeste.

El ingreso al estadio se realizó en orden y tal vez por ser horas laborales, el Nacional comenzó a llenarse a partir de las 7 p. m.

La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) espera un lleno total para el juego y una recaudación cercana a los 250 millones de colones.