Por Adrián Fallas |29 de marzo de 2016, 6:59 AM

Faltan unas siete horas para que Costa Rica reciba a Jamaica, en el camino hacia Rusia 2018. En los alrededores del Estadio Nacional la venta de camisetas se mueve con constancia, no así la de entradas en reventa.

Es normal antes de las grandes citas del balompié tico ver a los revendedores y a los que llevan camisetas competir por clientes, y por un buen espacio para mover su mercadería.

Este martes los alrededores del Nacional en horas de la mañana se respira una calma atípica para las fechas FIFA.

“Está flojo” acepta un sujeto que tras sus anteojos oscuros ve pasar vehículo tras vehículo sin frenar a comprar entradas. Uno de sus colegas se acerca y dice, “ponga que están baratas, ₡2.000 o ₡3.000, más que el precio”.

A pocos pasos de distancia, bajo la sobra de los árboles en el oeste de La Sabana, Roberto Gallegos vende camisetas a ₡10.000. “Como está vendido todo esperamos un ‘boom’”, asegura el vendedor.

Frente al estadio Marvin Ramírez cuenta que trajo seis docenas de camisetas, y que las vende desde el Viernes Santo.

“Quedó la Semana Santa Cruzada, y no es fecha de pago, pero ahí se va moviendo”, asegura Ramírez.

La fila

Aunque faltan horas para que las puertas del recinto deportivo se abran, ya hay fila. Pero en esta no hay nadie con entrada, son los colaboradores que se van a asegurar de que la gente encuentre su asiento, son los vendedores de comida, son los que trabajan mientras los demás disfrutan.

El variopinto grupo va pasando el chequeo de seguridad en grupos pequeños.

Se trata de jóvenes, adultos mayores, hombres, mujeres, que buscan ganarse un extra la noche de este martes.

Uno, que no quiso dar su nombre, asegura que es su oportunidad de “ganarse alguito”, sin esconder que preferiría ver el partido.