Álvaro Saborío: Un capitán sin gafete
Álvaro Saborío será un líder anímico y moral de la Selección.

Álvaro Saborío es ese tipo de jugador que te lleva del amor al odio en cuestión de segundos, la línea que divide el cielo y el infierno en él es muy delgada, porque ha acostumbrado a la gente a que no puede fallar.
Su efectividad lo tiene como el goleador histórico activo de la Selección Nacional; sus 27 anotaciones lo han consolidado como una leyenda en la Tricolor, al mismo nivel que hombres como Hernán Medford, Juan Cayasso, Paulo Cesar Wanchope y Rolando Fonseca; a los números me remito.
Pero en Brasil 2014, sus goles no estarán al servicio de la Selección, una fractura lo dejó sin su segundo mundial mayor. Un golpe fulminante para cualquiera, menos para Álvaro Saborío, Jorge Luis Pinto sabía de su fortaleza mental y por eso le lanzó la invitación para que acompañara a sus compañeros en el máximo evento, lo hizo horas después de conocer la fatal noticia para el jugador.
Saborío no solo fue el máximo anotador de la Selección en la eliminatoria, con ocho goles, sino que ejerció como un líder moral y grupal. En momentos difíciles como el juego ante El Salvador o el partido bajo la nieve en Estados Unidos se escuchó la voz del delantero animando a sus compañeros a no bajar los brazos y luchar contra la adversidad.
Jorge Luis Pino lo llevó a Brasil y le asignó una habitación (junto a Celso Borges) como a cualquiera de los futbolistas que tendrán participación ante Uruguay, Italia e Inglaterra, lo hizo porque sabe del carácter que tiene este delantero para reponerse de momentos difíciles y cómo puede ayudar a jugadores menos experimentados como Joel Campbell, Cristian Gamboa o Yeltsin Tejeda.
Ha sido acusado de ser el culpable de que la Selección fuera eliminada del repechaje o una Copa Oro, ha vivido campañas en su contra en redes sociales y largas rachas de sequía goleadora, pero su voluntad nunca se dobló, le puso el pecho a las balas y volvió cada vez más fuerte para unir a los aficionados y jugadores en un grito de gol.
Álvaro Saborío será el jugador número 12 de la Selección en Brasil 2014, sirviendo de intermediario entre el cuerpo técnico y los jugadores, como lo hizo David Beckham en la selección inglesa en el 2010, mundial del que había quedado fuera como el tico por una lesión.
Sin jugar, Saborío se enfrenta a su partido más importante hasta el momento, uno en el que deberá ser capitán sin gafete.