Por AFP Agencia |15 de agosto de 2016, 3:39 AM

El tráfico se paralizó, la gente descendió de sus autos y comenzó a concentrarse en unas calles encharcadas por las fuertes lluvias caídas, pero poco les importaba a los jamaicanos: Bolt acababa de ganar su tercer oro olímpico en los 100m de Rio-2016.

Ese tiempo fresco y húmedo no fue impedimento para las celebraciones de unos aficionados entusiastas por el triunfo de un ídolo que ha puesto a Jamaica en el centro del atletismo universal desde hace ocho años.

Miles de personas, vestidas de amarillo y verde, los colores nacionales, golpearon latas metálicas y utilizaron silbatos para hacer ruido durante las celebraciones.

Se formaron concentraciones espontáneas multitudinarias en el centro de Kingston, Montego Bay y Falmouth, a unos kilómetros de donde Bolt, en 2002, se convirtió en el más joven campeón del mundo junior de la historia del atletismo.

La circulación de detuvo en Sam Sharpe Square, en Montego Bay, donde la gente se concentró para seguir la carrera en la pantalla gigante instalada en esta plaza.

"El más grande", declaró un hincha llamado Charlie. "Es el mejor, no puede dejar de correr ahora, tiene que seguir".

Lágrimas caen por las mejillas de Sonia Brown, aún vestida con el uniforme del hotel en el que trabaja, al tiempo que corea el nombre de su ídolo: "!Usain, Usain, Usain!".

Desconocidos que se abrazan como si fuesen íntimos... y ni una sola voz que exprese la mínima duda sobre el hecho de que el rey del esprint sea capaz de cumplir con su misión en Rio: convertirse en el primer humano en lograr el triple-triple, es decir, tres oros consecutivos en 100m, 200m y 4x100m.

El país de la velocidad

La respiración del pueblo jamaicano se contuvo brevemente cuando a Bolt le costó poner en marcha su gran cuerpo (1,96) tras el pistoletazo de salida. Pero a partir de los 40m, el Rayo desplegó su enorme zancada y talento para colocarse a la altura de su gran rival, el estadounidense Justin Gatlin y, posteriormente adelantarle con una facilidad pasmosa.

Y rápidamente los gritos de felicidad se apoderaron de los jamaicanos y comenzaron los festejos.

"Jamaica es el país de la velocidad, tenemos al hombre y a la mujer más rápidos del mundo", exclamó Shiela Paul, refiriéndose a Elaine Thompson, la campeona femenina de los 100m. "Vamos a ganar también los dos 200m y los relevos (4x100m)", aventuró.

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Pese al éxito, algunos se quedaron con ganas de algo más. Joel Clarke, que asegura que corrió contra Bolt en la universidad, se lamentaba del crono de la final, un honroso pero no revolucionario 9.81. "Creo que podría haber corrido más rápido, su salida fue mala y se frenó al final, pero el oro es oro", asegura.

Clarke añade que el triunfo en los 200m será aún más sencillo para Bolt, un atleta que es casi imbatible en punta de velocidad y al que le beneficia una distancia más larga. "Es su carrera, está muy fuerte, no será (un final) apretado".

Otros lamentan que Yohan Blake, cuarto, dejara escapar el bronce en favor del canadiense Andre De Grasse.

Lo que todos coinciden es en asegurar que el estadounidense Justin Gatlin no merecía la plata, por su pasado de dopaje. "Gatlin debe retirarse ya, no puede ganar a Bolt, no hace más que hablar", apunta Sydney Clarke.

"Bolt le ganará siempre, sea la carrera que sea".