Por AFP Agencia |9 de enero de 2016, 11:18 AM

Dejó el estadio Santiago Bernabéu en mayo de 2006, en el cierre de su etapa como jugador, con lágrimas en los ojos. Y con una emoción igualmente intensa vivió Zinedine Zidane este sábado su estreno como entrenador del Real Madrid, en la victoria 5-0 sobre el Deportivo de La Coruña, ante una afición rendida de nuevo al francés.

Todo, en una noche perfecta, recordó a 'Zizou' su glorioso pasado como jugador en el equipo 'merengue', donde pasó los cinco últimos años de su carrera (2001-2006).

En la época lucía el número 5 y era un ídolo para la grada, en los años de los 'Galácticos'.

Zidane llegó este sábado al estadio con la sonrisa en los labios y con traje y corbata.

Pasó casi todo el partido ante el 'Depor' de pie en su zona técnica, dando instrucciones, deambulando con las manos en los bolsillos y desafiando el frío del invierno madrileño.

En los cinco goles de su equipo, Zidane no se dejó llevar por la euforia y los celebró discretamente. Incluso justo tras uno de ellos se sentó en el banquillo para hablar con su adjunto, David Bettoni.

Ante el frío de la noche, el francés pudo disfrutar de una calurosa bienvenida.

Ya desde antes del partido, los hinchas blancos dedicaron cánticos a Zidane y mostraron pancartas para recibir al sustituto de Rafael Benítez, que no tenía sintonía con la exigente grada del Bernabéu.

Cuando antes del partido se anunció el nombre de Zidane por la megafonía del estadio, una grandísima ovación pudo escucharse.

En los videomarcadores se mostró entonces una selección de los mejores goles de "ZZ" cuando era jugador del Real Madrid, mientras sonaba el himno del club.

Nada que ver con los abucheos que recibía últimamente Benítez.

"El público ha estado fantástico", reconoció Zidane en la conferencia de prensa posterior al partido.

"Diez años después, han sido casi diez años. Estoy contento. Para mí es un reto diferente y quiero disfrutarlo. Doy las gracias al público. La recompensa para el público es ganar", apuntó.

El siguiente desafío para Zidane se llama Sporting de Gijón.

Será otro duelo, en el que el entrenador francés intentará confirmar las buenas sensaciones de este inicio de nueva etapa. Para sentar las bases de una nueva vida que espera que sea larga y que pueda consolidarle como entrenador del club de sus amores, donde ya pudo aprender como ayudante de Carlo Ancelotti cuando se consiguió en 2014 la 'Décima' Copa de Europa.

El desafío de la 'Undécima' le corresponde ahora a él, ya como entrenador principal.