Internacional

Valcke: "No hay plan B, el Mundial tiene que ser en Brasil"

El secretario general de la FIFA advirtió que la situación precisa ser resuelta para el año próximo.

Por AFP Agencia |21 de junio de 2013, 10:41 AM

La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) aseguró este viernes que el Mundial-2014 se realizará en Brasil y que la Copa Confederaciones, que se disputa actualmente en seis ciudades del país en medio de históricas protestas que han degenerado en hechos violentos, no será suspendida.

"La Copa de Confederaciones está teniendo lugar en Brasil y la Copa del Mundo tiene que tener lugar en Brasil. Y vamos a garantizar que esto ocurra de la mejor manera", dijo el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, a la prensa brasileña en Rio de Janeiro.

"No hay plan B", sostuvo Valcke antes de una reunión de rutina entre jerarcas de la FIFA, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el Comité Organizador Local de la Copa.

El secretario general de la FIFA advirtió que la situación precisa ser resuelta para el año próximo.

"Espero que esto no dure hasta 2014 (...) Brasil tendrá que resolver el problema. La FIFA no tiene nada que ver con eso. La FIFA no tiene nada que resolver. Somos el blanco equivocado", sostuvo Valcke, citado por el sitio web del diario O Estado de Sao Paulo.

Más temprano, en la habitual rueda de prensa de la FIFA en el estadio Maracaná, el jefe de comunicaciones del organismo, Pekka Odriozola, había indicado que no se había considerado hasta ahora suspender la Copa Confederaciones y desmintió versiones sobre el posible retiro de Italia y otros equipos.

"En ningún momento la FIFA ha considerado o discutido abandonar la Copa Confederaciones con las autoridades locales", dijo Odriozola.

Consultado al respecto, el seleccionador de fútbol de Italia, Cesare Prandelli, dijo más tarde en Salvador (noreste) que 'La Nazionale' nunca ha contemplado renunciar al torneo pese al clima de protestas y actos de vandalismo.

"Regresar a casa, absolutamente no lo estamos considerando, no nos pasó por la cabeza", lanzó tajante el técnico al ser interrogado por periodistas.

El jueves de noche sonó con fuerza en la prensa brasileña un rumor sobre el deseo de la 'azzurra' de dejar la competencia por no tener garantías de su seguridad.

El vicepresidente de la federación italiana (FIGC), Demetrio Albertini, dijo que "nunca siquiera (se) consideró la posibilidad de retirarnos de la Copa Confederaciones", según un comunicado publicado en su sitio web.

"Es un completo invento. Lamentamos lo que está pasando aquí en Brasil, pero nuestra seguridad está garantizada con gran profesionalismo y estamos tranquilos", añadió.

La FIFA defendió el derecho de los brasileños a manifestarse pero condenó los actos de violencia.

"Apoyamos el derecho a la libertad de expresión. Condenamos la violencia", dijo el portavoz.

Y agregó que "cualquier pregunta sobre los incidentes se le debe hacer a las autoridades locales".

A un año del Mundial de fútbol, más de un millón de manifestantes salieron a las calles de unas 80 ciudades del país la noche del jueves para protestar contra los gastos de la Copa y en demanda de mejores servicios.

Dos microbuses de la FIFA y el hotel donde funcionarios de la organización se hospedaban en Salvador de Bahia, donde se enfrentaron el jueves Uruguay y Nigeria (2-1) por la segunda fecha del Grupo B del torneo, fueron apedreados por manifestantes.

Pero los organizadores locales no aceptan la idea de que la organización internacional sea de alguna forma blanco de las protestas.

"Con respecto a Salvador recibimos un informe que dos autobuses fueron dañados. Es un reflejo de lo que está sucediendo. Otros vehículos que estaban también en la misma calle fueron atacados. Los autobuses estaban estacionados, vacíos, por lo que no considero que sea un ataque contra la FIFA", dijo, a su turno, Saint-Clair Milesi, director de comunicaciones del Comité Organizador Local (COL) de la Copa.

Miembros de la policía de choque dispersaron a los manifestantes con bombas lacrimógenas, balas de goma y gas pimienta.

"La FIFA no hará ningún comentario sobre la acción policial. También se están haciendo varias protestas pacíficamente en todo el país", anotó Odriozola.

Cansados de la corrupción, de la mala calidad del transporte, la educación y la salud, de los precios en alza y de multimillonarios gastos para el Mundial-2014 cuando el país tiene enormes déficits en varios frentes, los brasileños sorprendieron a su propio gobierno y al mundo con la virulencia y el tamaño de sus protestas.

"Nadie esperaba algo de esta naturaleza. Pero tenemos que estar preparados", advirtió Odriozola, que a su vez informó que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, retornará a Brasil el próximo martes, un día antes del inicio de las semifinales de la Copa Confederaciones.

El jerarca viajó a Turquía para tomar parte en la inauguración del Mundial Sub-20 este viernes.

Odriozola agregó que Blatter "está en comunicación constante con el secretario general Jerome Valcke".

Y dijo "no tener información" sobre si habrá una reunión del presidente de la FIFA con la mandataria Dilma Rousseff una vez que el suizo regrese de Europa.