Por AFP Agencia |19 de noviembre de 2018, 2:09 AM

Máximo goleador de la historia del PSG, Edison Cavani juega el martes en París con Uruguay ante la Francia de su compañero Kylian Mbappé, cuatro días después de citarse con su otro socio, Neymar, en un amistoso en el que saltaron las chispas entre las dos estrellas.

'El Matador' no vive sus mejores momentos en la capital francesa. El nuevo técnico, Thomas Tuchel, le considera el miembro más prescindible del trío de figuras, cambiándolo en varias ocasiones en los partidos de mayor calado.

Mientras la prensa francesa retrata la soledad del charrúa contando los pocos pases que suma con sus dos compañeros, la sociedad entre Mbappé y Neymar es cada día más sólida. 

Cavani, que desea jugar "en un equipo de combatientes, que jueguen todos juntos", a menudo observa cómo Neymar y Mbappé se desentienden de la faceta defensiva.

En las televisiones y periódicos se ha abierto el debate sobre la necesidad de seguir contando con Cavani, que tiene su gran apoyo en el público del Parque de los Príncipes, donde es idolatrado por su garra en el campo.

Cavani, de 31 años y que ha marcado 46 goles en 107 partidos con Uruguay, tampoco empezó este curso con la solvencia habitual. Sin marcar desde septiembre, recuperó el apetito ante el Mónaco justo antes del parón con un triplete.

Viejas trifulcas en Wembley

El viernes en Wembley (1-0 para Brasil) Cavani y Neymar revivieron viejas trifulcas. El brasileño se fue al suelo tras una dura entrada del uruguayo.

Neymar se retorció de dolor bajo la mirada fulminante de Cavani, antes de rechazar la mano que le tendió el charrúa para ayudarle a levantarse.

Mbappé, que a los 19 años juega en ocasiones el papel de mediador entre los dos sudamericanos, restó importancia al capítulo el domingo en rueda de prensa.

"Envié un (mensaje de) Whatsapp a Neymar con el vídeo, él se rió. No es nada, es un partido, ambos defienden a su país. Los dos lo dan todo", dijo la estrella francesa.

El incidente del viernes recordó el episodio del 'penaltygate', cuando Neymar y Cavani discutieron para tirar un penal, asunto que coleó durante varios meses en la capital francesa la temporada pasada.

En Wembley, tras el duelo, los dos jugadores minimizaron lo ocurrido.

"A veces hay pequeños detalles en el campo que hacen subir la temperatura, protestar un poco y provocar una reacción, pero se queda en el terreno. Cuando el partido se termina, reflexionamos y las cosas vuelven a la normalidad", dijo Cavani en zona mixta.

"Si me dijo algo después de la falta no le escuché", se limitó a decir Neymar.

La herida de cuartos

Más allá de su situación en París, el amistoso ante Francia llega para Cavani cuatro meses después de una de sus grandes frustraciones como futbolista; no poder participar en los cuartos de final en los que su selección cayó (2-0) ante la que sería campeona mundial.

En gran forma durante el torneo ruso, su lesión en el muslo fue casi un golpe mortal para la Celeste, que venía de eliminar a Portugal con un doblete del 'Matador'.

"Fue una decepción, quería estar para jugar contra Francia, nuestro equipo estaba mejorando, sentíamos cosas bonitas, buenas sensaciones", señaló Cavani a la AFP a finales de octubre.

Con deportividad, Cavani acudió, decepcionado pero sonriente, al vestuario francés para felicitar calurosamente a Mbappé y a sus otros colegas del PSG, como se puede ver en un documental que cuenta desde dentro la epopeya rusa de los Bleus.

"Fue un momento difícil de mi carrera, pero estoy contento por mis compañeros, mis amigos del PSG, que lograron la Copa. Al final es deporte, fútbol, y fue fantástico", explicó Cavani, que ahora intentará devolver el golpe en esta 'minirevancha' en el Estadio de Francia.