Por Rodolfo González |10 de agosto de 2021, 15:37 PM

Aquella noche, los habitantes de la localidad de Chinchontepec escucharon un estruendo y vieron como el cielo se iluminó.

Todos pensaron que el volcán San Vicente esta haciendo erupción, pero en realidad no se trataba de un evento natural, sino de una tragedia aérea.

Aquel 9 de agosto de 1995, un vuelo comercial de la desparecida Aviateca había salido horas antes de Miami con destino final a San José de Costa Rica, pero se estrelló en una zona montañosa de El Salvador.

Las 65 personas que viajaban en el vuelo GUG-901 de Aviateca murieron. Entre los fallecidos figuraban cuatro costarricenses. Ellos fueron identificados como Juan Carlos Vargas Núñez, Edward Harbottle Quirós, Jesús Francisco Torres Redondo y Rolando Rivera Sánchez.

El percance es uno de los peores en la historia de la aviación de Centroamérica, superado por otro ocurrido seis años antes en Honduras, que dejó 130 muertos.

Vuelo mortal

Aquel Boeing 737-200 salió  a las 4:40 p.m. de La Florida y su trayectoria implicaba hacer escalas en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y, finalmente, Costa Rica, a donde llegaría a las 8:40 pm.

Esa noche, había dos factores atmosféricos que complicaban el vuelo: lluvia y nubosidad. De hecho, la escala en Guatemala demoró dos horas más de lo esperado.

Poco después de las 8 p.m., cuando volaba sobre El Salvador, el piloto solicitó autorización para desviarse de la ruta original por razones atmosféricas. 

Según el diario salvadoreño La Prensa Gráfica,  el piloto habría cambiado de ruta varias veces sin detallar tal cosa a los controladores aéreos. 

Cuando la torre de control del aeropuerto de El Salvador le dijo que bajara 5 mil pies de altura no sabía con exactitud donde estaba. Fue entonces cuando impactó contra el volcán San Vicente, de 7 mil pies de altura. (Ver video adjunto)

En la aeronave viajaban, además de los cuatro ticos, ciudadanos de Guatemala, Alemania, Dinamarca, Ecuador, un mariachi mexicano y unas monjas españolas.

El caso llegó a los tribunales salvadoreños. Los controladores aéreos fueron exonerados y el caso, penalmente, se cerró.

Según publicaciones de El Salvador, varias familias plantearon demandas contra Aviateca, la cual era una aerolínea guatemalteca ligada a la empresa Taca. Trascendió que se acordó el pago de indemnizaciones pero nunca se relevaron los detalles.

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