Riesgo de ébola en animales es alto si hay contacto con fluidos corporales
El riesgo de que un perro o un gato contraiga el virus del Ébola cuando ha estado en contacto con los fluidos corporales de una persona infectada es "alto".
El riesgo de que un perro o un gato contraiga el virus del Ébola cuando ha estado en contacto con los fluidos corporales de una persona infectada es "alto", mientras que es bajo si presenta sólo fiebre o fatiga.
Lo aseguran la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades(ECDC) en un informe, al que ha tenido acceso Efe, y que han elaborado en respuesta a un requerimiento de la Comisión Europea sobre los riesgos relacionados con las mascotas que han estado en contacto con personas infectadas por el virus del Ébola.
El informe recoge aquellos casos relativos a esta circunstancia y, por tanto, también analiza el de España, donde la auxiliar de enfermería Teresa Romero se infectó del virus al atender a un paciente con ébola repatriado de Sierra Leona, lo que la convirtió en la primera persona contagiada fuera de África.
Expone que Romero empezó a tener síntomas -tales como fiebre- el 29 de septiembre e ingresó en el Hospital Carlos III de Madrid el 6 de octubre.
"Durante los cinco días previos a su hospitalización, ella permaneció en casa junto con su perro", señala el documento, que añade que, en ese periodo, la auxiliar de enfermería ya podía trasmitir el virus.
Las autoridades españolas, recuerda el texto, decidieron sacrificar al perro de Romero, de nombre Excálibur, el 8 de octubre como medida de precaución.
La EFSA y el ECDC hacen hincapié en que los mamíferos pueden contraer la enfermedad pero señala que hasta el momento no hay estudios publicados acerca del riesgo de contagio en las mascotas.
Ambos organismos consideran que ante esta situación, se debe evaluar la probabilidad de que haya una infección basándose en el contacto y la cercanía entre la persona infectada y la mascota, al igual que se tiene en cuenta entre seres humanos.
El estudio insta a evaluar si el enfermo en contacto con la mascota ya presenta síntomas de haber contraído el virus y, por lo tanto, si los fluidos que expele su cuerpo están contaminados.
Si el animal de compañía ha estado en contacto con una persona infectada, la probabilidad de que contraiga el virus puede variar desde "muy baja a elevada" en función de "circunstancias específicas", si bien el informe reconoce que la incertidumbre es "elevada".
Puntualiza que si la persona no tiene síntomas y, por tanto, no expele el virus de su organismo, el riesgo de que el perro o el gato se infecte es "insignificante".
Cuando el paciente presenta síntomas, el riesgo varía en función de éstos.
Así, si tiene síntomas comunes como fiebre y fatiga, el riesgo de trasmisión del virus oscila entre "bajo" o "muy bajo", pero si presenta hemorragia, vómitos o diarrea, varía de "medio" a "alto" dependiendo de la proximidad entre la persona y la mascota.
El estudio, que se hará público próximamente, analiza los casos de perros y gatos por ser las mascotas más comunes en Europa, donde a diferencia de África es poco probable que estos animales se contagien.
Ambos organismos recomiendan que el riesgo de contagio se determine entre los veterinarios y las autoridades públicas de salud, analizando caso por caso, aunque ante la duda apuesta por tomar todas las medidas de precaución posibles.