Profesor tico presenció tiroteo en Estados Unidos: “Vi a estudiantes morir frente a mí”
Marco Díaz, docente de la Universidad Estatal de Michigan, estaba dando clases cuando un hombre ingresó y le disparó a siete de sus estudiantes, dos de ellos murieron.
Marco Díaz-Muñoz es un profesor costarricense radicado en Estados Unidos, quien vivió momentos de terror cuando un hombre ingresó a su aula de clases, en la Universidad Estatal de Michigan (MSU), y le disparó a siete de sus estudiantes, dos de ellos fallecieron.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes 13 de febrero, pasadas las 8 p. m. En una amplía entrevista con Teletica.com, el docente narró como sucedió el tiroteo.
"Yo estaba dando clases de la cultura cubana. Estábamos a mitad de clase cuando escuchamos lo que parecía, para mí, explosiones o cuando lanzan pólvora. Yo, que no tengo experiencia con la violencia, no supe reconocer el sonido de una bala. Se dieron uno, dos y tres estruendos y todos se alarmaron en la clase. En cuestión de segundos, apareció un tipo enmascarado", indicó Díaz-Muñoz.
El aula donde estaba el costarricense fue el primer lugar al que ingresó el atacante, de ahí abrió fuego en el sindicato de estudiantes de MSU. Cuando la Policía lo halló y confrontó, el hombre, llamado Anthony Dwayne McRae de 43 años, decidió quitarse la vida.
Video de Marco Díaz-Muñoz, profesor costarricense:
El saldo total de este ataque fueron tres víctimas mortales y cinco personas heridas.
"El salón tiene dos entradas, una al fondo y otra a la par de la pizarra. El tipo ingresó por la puerta al fondo del salón y no entró más de 30 centímetros, lo suficiente para ver su cuerpo, nada más. Yo vi algo brillante, metálico (debió ser un arma grande) y empezó a disparar y disparar. Yo veía como salían las chispas, salían del arma.
"En ese momento, no lo podía creer, yo me decía a mí mismo: 'Esto no está pasando', y más cuando hace un año en esta misma aula había pasado un incidente parecido; pero no hubo muertos porque la Policía lo agarró. En esa ocasión, nos habían enseñado cómo tirarnos debajo de los asientos, apagar las luces, hacer una barricada para evitar su ingreso, pero a mí se me olvidó eso", comentó el tico.
La mayoría de sus estudiantes estaban en la parte trasera del salón, por lo que el atacante pudo dispararles directamente.
"Él se concentró en disparar a la parte trasera. Si a mí me intentó disparar, no me di cuenta. Disparó unas 15 veces, no supe si fueron 30 segundos o un minuto. Un estudiante gritó: 'A shooter' (un tirador), unos se escondieron en los asientos, otros se quedaron de pie congelados, y otros corrieron hacia mí.
"Luego, el atacante salió, los estudiantes cerraron la puerta trasera y yo me tiré hacia la puerta principal y con el peso de mi cuerpo bloqueé la puerta. Ese pánico duró unos 12 minutos, el tipo hubiera podido disparar y abrir la puerta, pero yo jalé la puerta, era lo único que podía hacer", aseveró.
El atacante, en total, le disparó a siete de sus estudiantes, dos fallecieron y cinco se encuentran hospitalizados. Ese lunes 13 de febrero, 45 jóvenes asistieron a clases.
"Yo vi cómo mis estudiantes murieron frente a mí, fue terrible, horrible", indicó el educador.
En medio de esos momentos de terror, al costarricense se le ocurrió que los alumnos rompieran las ventanas para escapar, ya que no podían salir al pasillo porque sospechaban que el atacante estaba afuera. Unas 15 personas lograron salir, y adentro se quedaron los heridos y otros estudiantes que, heroicamente, se quedaron a ayudar.
"Yo estaba sosteniendo la puerta mientras otros se escapan por la ventana, y vi a alguien por la ventanilla de la puerta con una gran arma y me asusté, pero eran policías. Después de 10 minutos, ya no aguantaba del cansancio y abrí la puerta, me dijeron: 'Usted es el profesor' y les dije que sí; en ese momento, ya vi la masacre que había quedado en el aula.
"Unos estudiantes quedaron heridos cerca de la pizarra y otros quedaron atrapados entre las hileras de las sillas. Nunca en mi vida había visto tanta sangre, fue cosa terrible. Ver a mis estudiantes morir frente a mí hizo que rompiera en llanto. Fue traumático", agregó.
Esta dura experiencia que vivió la ha compartido a varios medios y ahora desea ser un activista para frenar la ola de violencia y la epidemia de tiroteos que sacude a Estados Unidos.
"Yo siento que tengo una obligación moral, hay organizaciones que quieren que yo vaya a hablar al respecto. El senado de Michigan me invitó a una actividad. Ahora me volveré un activista para hablar y cambiar esta cultura tan violenta y ojalá lograr cambiar la legislación para que no sea tan fácil adquirir armas", finalizó.
Sobre Díaz-Muñoz
Díaz-Muñoz se fue en los años 70 a terminar su secundaria en Estados Unidos. Regresó a Costa Rica para estudiar en la Universidad de Costa Rica, Arquitectura y Bellas Artes, pero al sentirse que "no calzaba", decidió regresar a Norteamérica para seguir sus estudios allá (Economía y Bellas Artes).
Finalmente, decidió quedarse y desarrolló su carrera académica allá, y desde el 2008 da clases en la Universidad Estatal de Michigan.