Por AFP Agencia |26 de julio de 2018, 2:08 AM

En medio de las críticas, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Reinhard Grindel lamentó este jueves no haber defendido a Mesut Ozil, que abandonó la selección debido a los insultos racistas por haberse fotografiado con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Grindel fue señalado el domingo de manera directa por el centrocampista de origen turco, que anunció su salida de la selección alemana denunciando el racismo de su federación después de su encuentro con Erdogan.

En un comunicado, Grindel lamenta "mucho" que la llamada al orden hecha a Ozil "fuera orientada hacia discursos racistas", haciendo referencia a los insultos, críticas y abucheos que recibió el futbolista, junto a su compañero Ilkay Gundogan -que también aparece en las fotos-, antes del Mundial.

"Como presidente, con perspectiva, habría dicho sin ninguna ambigüedad lo que es una evidencia para mí y para toda la federación: cualquier forma de acoso racista es insoportable, inaceptable e intolerable", escribió.

'Trabajo de integración'

Es la primera vez que Grindel habla directamente de este caso que ha provocado un terremoto en un país que cuenta con la mayor comunidad turca del mundo y cuyos miembros son considerados a menudo como "ciudadanos de segunda clase".

El seleccionador alemán Joachim Low, así como los jugadores principales de la Mannschaft no se han manifestado desde que Ozil, pieza clave del equipo, anunciara su retirada internacional.

El mediapunta, campeón del mundo en 2014, había roto su silencio el domingo: "En estos dos últimos meses, lo que más pena me ha dado ha sido el maltrato que me ha infligido la DFB y su presidente Richard Grindel".

"Para Grindel y sus apoyos, soy aleman cuando ganamos, inmigrante cuando perdemos", continuó el jugador de 29 años, 92 internacionalidades y 23 goles.

"No serviré más como chivo expiatorio (de Grindel) por su incompetencia y su incapacidad para hacer correctamente su trabajo", señaló el futbolista, que ha disputado tres Mundiales (2010, 2014 y 2018).

Pero Grindel, como ya hizo la DFB esta semana, rechazó firmemente las acusaciones de racismo hechas por Ozil en su largo comunicado del domingo. Tampoco presentó disculpas al jugador del Arsenal, actualmente en Singapur en una gira de pretemporada.

Dijo estar "tocado" por las acusaciones del jugador y "sentir pena por los voluntarios y los empleados de la DFB que trabajan sobre el racismo", añadiendo que "el trabajo de integración" es una prioridad.

El debate acerca de la fotografía de Ozil, nacido en el Ruhr de padres y abuelos turcos, alcanzó grandes dimensiones en Alemania, cuando la extrema derecha con el partido AfD conoce un auge sin precedentes desde 1945.

La Eurocopa 2024 en juego

Mucho tiempo presentado como un ejemplo de integridad en el deporte, Ozil vio como se le acusaba de falta de patriotismo o de deshonrar la camiseta alemana, desde la prensa popular del país. Los ataques se multiplicaron después de la eliminación de la defensora del título en la primera ronda.

Grindel está en una posición complicada, porque además Alemania y Turquía son candidatas a organizar la Eurocopa 2024, cuya atribución será anunciada a finales de septiembre.

Algunos políticos han expresado sus temores acerca de que el presidente turco utilice la polémica para sabotear la candidatura alemana.

En su comunicado, Grindel intenta pasar la página y promete reconstruir el equipo nacional "tras una Copa del Mundo decepcionante".

"Este torneo podría marcar una nueva página en la historia del fútbol, hacer que los niños se inscriban en los clubes y acercar a la gente, sea extranjera o no. Unidos por el fútbol", escribió sobre la Eurocopa 2024.