26 de mayo de 2018, 7:58 AM

El portero del Liverpool, Loris Karius, querrá olvidar este día, el día cuando millones y millones de ojos en todo el mundo estaban sobre la final de la Champions.

Una noche de pesadilla para este espigado alemán de 24 años, quien en sus múltiples apariciones de cara a la final en Kiev, Ucrania no había cometido los errores de este sábado.

El primero fue al minuto 51: el arquero alemán recibe la bola y al realizar un saque no midió que Benzema estaba al frente y, ni lerdo ni perezoso, metió una pierna y la bola se fue directo a los cordeles.

¿Había que celebrar? Benzema no supo si celebrar hasta que el árbitro lo dio por válido y se desató la locura madridista.

Un gol extraño, atípico que desencajó al portero del equipo inglés, quien no daba crédito -entre expresiones de enojo- a lo ocurrido.

Cuatro minutos después el Liverpool empató.

El segundo error fue al minuto 83 cuando el portero del Liverpool intentó detener un señor disparo de Bale -el mismo que le dio la ventaja 2 a 1 con una chilena- y la pelota se le escapó de las manos.

Y la bola terminó al fondo del arco... y la cara de desolación del alemán era más que evidente, la misma que hicieron los cientos y cientos de fanáticos del equipo rojo.

En la acera del frente los madridistas estaban extasiados con el 3 a 1 y, a la postre, el codiciado título europeo.