Pastora: "me toca papel de chico malo" en pleito Nicaragua-Costa Rica
El ex guerrillero nicaragüense Edén Pastora, mencionado como responsable de incursionar en una zona fronteriza con Costa Rica que la Corte Internacional de Justicia (CIJ)...

El ex guerrillero nicaragüense Edén Pastora, mencionado como responsable de incursionar en una zona fronteriza con Costa Rica que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó despejar, dijo este miércoles que le toca hacer de "chico malo" en la disputa limítrofe entre ambos países.
"Yo no he entrado al área en disputa. Yo entré a limpiar la 'marisma'(o donde se junta el mar con el río) que está pegada al área de conflicto", dijo a la AFP Pastora, también conocido como 'Comandante Cero' por el seudónimo que utilizó en la época de la revolución sandinista, en la década de 1970.
"Varias veces me ha tocado hacer el papel de chico malo", pero "que me sigan acusando si hace falta", afirmó.
Representantes de los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua acuden esta semana a una audiencia ante la CIJ, en La Haya, en relación con la denuncia de San José de que Nicaragua ingresó y causó daños en el pequeño territorio de isla Portillos, conocido en Nicaragua como Harbour Head.
El territorio, una isla fluvial de unos 3 km2, es reclamado por ambos países en un litigio ante la CIJ, por lo que los jueces ordenaron en marzo de 2011 que los dos Estados despejen la zona mientras dicta un fallo.
Durante las audiencias, Nicaragua rechazó la acusación de Costa Rica de causarle "daño irreversible" al humedal en disputa y aseguró que el presidente Daniel Ortega, tras enterarse de la situación, ordenó a Pastora salir del área junto a cualquier personal o maquinaria.
"A los abogados, al Papa Francisco o a quien quieran lo llevo al delta del río y les digo que caminen a ver si es tierra firme, a ver si es en el estuario del río donde estoy", manifestó Pastora.
"El presidente (Ortega) me mandó a retirarme para que 'doña Laura (Chinchilla, presidenta de Costa Rica)' no siguiera manipulando (...) hemos respetado las medidas cautelares de la CIJ. La limpieza se está haciendo en la desembocadura del río", insistió.
"Cuando el presidente me mandó a limpiar el río me dio una orden: 'apégate a los laudos y tratados' que son los que rigen la frontera. Yo creí que iba a ser fácil. Qué culpa tengo que Costa Rica irrespete los laudos", apuntó.
Con esta estrategia, el gobierno de Managua trata de que la Corte no satisfaga la petición de Costa Rica de decretar nuevas medidas provisionales, pues asegura que el problema ya fue subsanado.
Este planteamiento es rechazado por los representantes de Costa Rica, quienes subrayan que Pastora es un funcionario de Nicaragua y que el gobierno de ese país no puede librarse de responsabilidad por sus actos.
Pastora, de 77 años, es el responsable de las obras de dragado del río San Juan, que sirve de frontera natural con Costa Rica, pero que es de soberanía nicaraguense.
Justamente fueron esas obras las que detonaron el conflicto entre Nicaragua y Costa Rica en octubre de 2010, pues las autoridades de San José aseguraron que Nicaragua estaba lanzando sedimentos a su territorio y que tropas nicaraguenses se habían apoderado de isla Portillos.
En setiembre pasado, Costa Rica acusó a Nicaragua de desacatar las medidas provisionales de la Corte con la apertura de dos caños artificiales en el territorio en disputa, que fue lo que dio pie a las audiencias en curso.
Edén Pastora formó parte de una de las tendencias del Frente Sandinista durante la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza, derrocado en 1979 por una insurrección popular.
Tras un breve paso por el gobierno revolucionario, el "Comandante Cero" se distanció de la dirigencia sandinista y formó una guerrilla contrarrevolucionaria en el sur de Nicaragua, para derrocar a los sandinistas.
Durante varios años, Pastora tuvo su base de operaciones en la zona norte de Costa Rica, donde recibió ayuda. Más tarde, tras la pacificación del país, el exguerrillero siguió en Costa Rica, donde desarrolló algunas actividades comerciales.
Más tarde se reconcilió con el presidente Daniel Ortega y asumió responsabilidades en su gobierno.
En Costa Rica, las autoridades lo tachan de "bravucón" y "malagradecido" e incluso existe una orden de aprehensión en su contra emitida por el Ministerio Público.