ONU advierte que Birmania puede caer en conflicto generalizado como Siria
Birmania se encuentra sumida en el caos desde el golpe militar del 1 de febrero, que derrocó a la exlíder civil Aung San Suu Kyi.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, indicó este martes temer que Birmania se hunda en un conflicto generalizado como en Siria, y advirtió de posibles crímenes contra la humanidad cometidos por la junta militar contra la población.
"Hay ecos claros de 2011 en Siria. Allí también vimos manifestaciones pacíficas reprimidas con una fuerza innecesaria y por completo desproporcionada. La represión brutal y persistente del Estado contra su propio pueblo condujo a algunas personas a tomar las armas, lo que fue seguido de una espiral de violencia en todo el país", afirmó Bachelet en un comunicado.
"Temo que la situación en Birmania se dirija hacia un conflicto generalizado. Los Estados no deben permitir que se repitan los errores fatales que se cometieron en Siria y otras partes", añadió.
Birmania se encuentra sumida en el caos desde el golpe militar del 1 de febrero, que derrocó a la exlíder civil Aung San Suu Kyi.
De acuerdo a un recuento efectuado por la Asociación de asistencia a presos políticos (AAPP), la represión ha provocado al menos 710 muertos, entre los cuales 50 niños. Unas 3.000 personas han sido detenidas.
Los generales reprimen cada vez con mayor dureza al movimiento prodemocracia, que ha volcado a miles de birmanos a las calles y provocado huelgas en muchos sectores de la economía.
"Hemos asistido a otro fin de semana sangriento, coordinado en muchas zonas del país, incluyendo la masacre de al menos 82 personas en Bago entre viernes y sábado".
"Los militares parecen determinados a intensificar su despiadada política de violencia contra el pueblo birmano, utilizando armas potentes y de manera indiscriminada", lamentó Bachelet, citando, entre otros, granadas de racimo, fuego de mortero y ataques aéreos.
De acuerdo a la Alta comisionada, que no identifica a sus fuentes, 23 personas fueron condenadas a muerte en juicios secretos, incluidos cuatro manifestantes y otras 19 acusadas de haber cometido crímenes políticos y penales. En tanto, las detenciones masivas han obligado a centenares de personas a esconderse, según la ONU.