Por AFP Agencia |26 de junio de 2017, 6:12 AM

Chile y México entrenaron este lunes y posteriormente viajaron a Kazán y a Sochi, donde el miércoles y el jueves se enfrentarán respectivamente a Portugal y Alemania en las semifinales de la Copa de las Confederaciones.

Tras empatar 1-1 frente a Australia y finalizar segunda en el grupo B, la 'Roja' se vio condenada a tener únicamente dos días de descanso antes de las semifinales. 

Con este panorama, el equipo técnico planificó un entrenamiento a puerta cerrada en el Strogino Stadium de Moscú antes de tomar un avión a Kazán. La sesión no incluyó contacto con los medios.

La mayor preocupación del entrenador Juan Antonio Pizzi es recuperar a los hombres claves que no están al 100%.

Es el caso de Charles Aránguiz, que sufrió un fuerte golpe ante Australia, y Gary Medel, que no jugó ante el equipo oceánico tras sufrir una contractura contra Alemania (1-1).

Por el contrario, el técnico hispano-argentino está satisfecho por contar con su arquero y capitán Claudio Bravo, recuperado de sus problemas musculares y que regresó a la titularidad el domingo, después de que Johnny Herrera defendiera el arco en las dos primeras fechas.

"La importancia de Claudio es que esté con nosotros. Tiene una ascendencia muy grande sobre sus compañeros. Es un referente en los futbolístico y en lo humano", dijo Pizzi el domingo.

Pizzi contra Pizzi.

Otro Pizzi, el centrocampista portugués, habló para los medios en San Petersburgo, donde entrenó este lunes su formación antes de volar a Kazán.

"Vamos a jugar ante una de las selecciones favoritas. Sabemos que Chile nos va a poner en dificultades, pero vamos a prepararnos bien", dijo Pizzi, que reconoció que su apodo venía precisamente de los tiempos de jugador del hoy seleccionador chileno.

"Cuando era pequeño él jugaba en el Barcelona y metía muchos goles, como yo, y en el barrio pasaron a llamarme Pizzi. El día del partido quiero darle un abrazo, pero quiero que el Pizzi portugués esté en la final", añadió.

Mientras Chile y Portugal viajaban a Kazán, México se despedía de la capital de la República de Tartaristán, donde ha jugado dos de sus tres partidos de la primera fase, convertida en cuartel general del Tri.

Antes de trasladarse al aeropuerto para tomar un avión con destino Sochi, donde el jueves desafiará a la campeona del mundo, México completó la última sesión en el Estadio Central.

Intensidad sin Chicharito.

En un entrenamiento abierto a la prensa, con el Kremlin de Kazán de fondo en una soleada mañana, Chicharito Hernández hizo sonar las alarmas al final del calentamiento cuando abandonó el grupo para iniciar un suave trote mientras sus compañeros se preparaban para disputar un partido '10 contra 10' en terreno reducido.

"Salió porque estaba cansado del partido (del sábado ante Rusia), llevamos muchos minutos y entrenamientos, y necesitaba un poquito de descanso", anunció más tarde su compañero Jonathan Dos Santos.

La sesión de México estuvo marcada por la intensidad y el trabajo en la circulación rápida de balón. El técnico colombiano Juan Carlos Osorio insistió en fomentar la creatividad de sus jugadores para encontrar espacios y situaciones idóneas en ataque. 

En el entrenamiento no participó Diego Reyes, que no acabó el partido contra Rusia (victoria 2-1) por problemas en los isquiotibiales. Se quedó en el hotel haciendo ejercicios de recuperación.

Alemania, el rival del Tri, no necesita salir de Sochi, donde el domingo ganó 3-1 a Camerún. Este lunes completó una sesión a puerta cerrada en el Park Arena de la ciudad costera.

La FIFA aprovechó este lunes para hacer un balance del asistente de vídeo, gran protagonista de la primera fase.

"Globalmente los resultados son muy positivos. Pero es verdad que muchos aspectos deben mejorar. Lo más importante es que el vídeo no ha dejado pasar ningún error manifiesto", declaró Massimo Busacca, el jefe de arbitraje de la FIFA.