Por AFP Agencia |21 de marzo de 2020, 12:41 PM

Frente a un gobierno que parece resistirse de momento a implementar medidas serias para enfrentar la pandemia de Covid-19, muchos mexicanos han decidido tomar las riendas y protegerse por sí mismos de la amenaza del virus.

"Es un poco alarmante, porque nuestro presidente (Andrés Manuel López Obrador) no se preocupa por la situación", dice a la AFP Lizet Espinosa, una burócrata de 26 años.

"Como que lo toma muy a la ligera. Depende de nosotros tomar las medidas precautorias para hacer que el virus no se propague más", añade.

Espinosa habla desde el centro de Ciudad de México, donde comienzan a verse mucho menos personas mientras algunos negocios cerraron sus puertas, advirtiendo incluso a sus clientes de que la salud está primero.

El gobierno de López Obrador ha sido criticado por opositores y ciudadanos en redes sociales por no tomar medidas más estrictas, como cerrar fronteras o limitar la movilidad como ocurre en otros países.

Más aún, videos en los que se observa al mandatario rechazar gel antibacterial antes de su habitual conferencia matutina, y otros donde se luce abrazando y besando a mujeres y niños durante giras recientes por el país, han sido compartidos cientos de veces.

Decenas de memes se burlan de la situación: se comparan imágenes de las drásticas medidas en otros países con la fotografía de un niño lamiendo un pasamanos del metro capitalino, como mofa de la reacción del gobierno.

Un supermercado en Polanco, un distrito elegante de la ciudad, desinfecta las manos de sus clientes y los mangos de las canastas mientras un ejército de limpiadores pasa grandes trapeadores empapados en agua clorada.

Cada vez más personas usan cubrebocas y guantes en las calles.

Un médico del Hospital Español, en dicha zona, reconoce que "las personas mismas son más sabias y toman medidas por sentido común". "Todo esto, en ausencia de intervención gubernamental", dijo a la AFP bajo condición de anonimato.

- "Deficiencia gubernamental" -

Universidades y escuelas privadas fueron las primeras en parar operaciones por iniciativa propia, antes de que el gobierno decidiera suspender clases en todos los niveles.

Varias empresas cancelaron eventos y decidieron que sus empleados trabajaran desde casa, salvo las de servicios y comercio minorista por la naturaleza de su labor.

Además, gobiernos locales decidieron tomar el asunto en sus propias manos, como el occidental Jalisco, que ordenó el cierre de bares y restaurantes al igual que el central estado de Querétaro.

La liga de fútbol y varios teatros y centros culturales decidieron detenerse, mientras el gobierno de Ciudad de México -del partido de López Obrador- era lapidado por permitir la realización del Vive Latino, un multitudinario concierto que se celebra anualmente en la capital.