Manifestantes dispuestos a seguir protestas apoyadas por 75% de los brasileños
Las manifestaciones se realizaron en más de 100 ciudades, aunque fueron más pequeñas que las del jueves pasado,

BELO HORIZONTE, 23 junio 2013 (AFP) - Nuevas protestas tuvieron lugar el sábado en Brasil pese al discurso conciliatorio de la presidenta Dilma Rousseff, la mayor en Belo Horizonte durante un partido de la Copa Confederaciones, y un 75% de los brasileños las apoyan.
Las manifestaciones se realizaron en más de 100 ciudades, aunque fueron más pequeñas que las del jueves pasado, cuando más de un millón de personas salieron a las calles.
Tres cuartos de los brasileños apoyan las protestas en demanda de educación, salud y transporte de mejor calidad, y muchos de ellos denuncian los gastos del Mundial en vez de invertir en la mejora de estos servicios, según un sondeo del instituto Ibope publicado el sábado en la revista Epoca.
La mayor marcha tuvo lugar en Belo Horizonte, la tercera mayor ciudad de Brasil (sureste), donde 70.000 personas protestaron cerca del estadio Mineirao donde se jugó el partido Japón-México (1-2) por la Copa Confederaciones, según la policía.
Manifestantes y la policía se enfrentaron cerca del estadio, y las fuerzas del orden lanzaron gases lacrimógenos, informaron medios locales. Un total de 25 personas resultaron heridas, cinco de ellos policías, y 22 manifestantes fueron detenidos.
Algunos manifestantes llevaban carteles que leían "Fuera FIFA". "Estamos contra el Mundial porque oculta los problemas del país", dijo a la AFP el músico Leonardo de Melo, que participó en la protesta.
Más tarde, hubo saqueos de tiendas, destrozos en sucursales bancarias y de una concesionaria de automóviles.
Salud y transporte, lo peor
El 6% de los entrevistados por la encuesta de Ibope dijo haber participado en las protestas, y 35% afirmaron que no fueron, pero están dispuestos a ir a futuras manifestaciones.
Los brasileños salieron a la calle por: la mejora del transporte público (77%), contra los políticos (47%), contra la corrupción (32%) y por mejor salud y educación (31%), revela la encuesta encomendada por la Confederación Nacional del Transporte.
No obstante, un 78% considera que la salud pública es lo que peor funciona.
El enorme gasto público para la Copa de Confederaciones, que se disputa hasta el 30 de junio, y el Mundial en 2014 -USD 14.000 millones- son muy criticados por los manifestantes.
Pero el corazón de los brasileños se divide entre estas críticas y su pasión por el fútbol: un 40% apoya la Confederaciones, un 28% está dividido y un 31% está contra, según el sondeo.
En cuanto al Mundial en Brasil, que la "seleçao" ha ganado cinco veces, 43% están "totalmente a favor", 27% están divididos y 29% no apoya.
A pesar del gran apoyo a las manifestaciones, el 71% de los encuestados se dijo satisfecho con su vida actual.
En Sao Paulo, unas 35.000 personas marcharon pacíficamente hacia el Ministerio Público (fiscalía), bloqueando la avenida Paulista y otras calles para protestar contra el proyecto de ley PEC37, que limita el poder de investigación de la fiscalía y según los manifestantes aumentará la impunidad de los corruptos.
En Uruguaiana (Rio Grande do Sul), el puente internacional que une a Brasil con Argentina fue ocupado por manifestantes pacíficos durante cuatro horas.
En Santa Maria (sur), una ciudad universitaria donde un incendio en una discoteca mató a 242 jóvenes en enero pasado, la protesta convocó a 30.000 personas.
"Santa Maria no va a parar. Tenemos 242 motivos para luchar", decía una gran pancarta.
Otra protesta más pequeña, de unos cientos de personas, tuvo lugar en Salvador de Bahia (noreste), donde jugaron Brasil e Italia (4-2).
Fue pacífica, pero al final un grupo destrozó mobiliario público, intentó robar una tienda y disparó fuegos artificiales contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos. Tres personas fueron detenidas con cócteles molotov.
Camping de protesta en Rio
En la zona oeste de Rio, cerca de la prisión de Bangú, 30 personas fueron detenidas por vandalismo tras saquear tiendas y destrozar mobiliario urbano, al final de una protesta que reunió a 500 manifestantes, según el sitio G1 de Globo.
La policía se incautó de palos, cócteles molotov y piedras.
En el barrio más rico de Rio, Leblon, unos 40 jóvenes acampaban frente a la casa del gobernador Sergio Cabral, constató la AFP.
Rousseff se comprometió el viernes a escuchar "las voces de la calle", propuso un pacto con las autoridades de todo el país para mejorar los servicios públicos y admitió que se precisan "formas más eficaces de combate a la corrupción".
La presidenta también condenó la violencia de grupos minoritarios y afirmó que no será tolerada.
Pero su discurso no caló entre manifestantes y en las redes sociales.
"Su discurso fue absolutamente vacío. Habló de lo que debe ser hecho, pero no presentó soluciones", evaluó el sábado Anonymous Rio, una de las páginas más implicadas en las protestas en Rio de Janeiro.