Internacional

Los vamos a extrañar...

Al final de cuentas y se llamen como se llamen, uno recuerda que el fútbol no es justo, pero eso también hace que muchos vuelvan a creer.

20 de noviembre de 2013, 3:53 AM

Lo justo sería que todos los candidatos al Balón de Oro tuviesen un lugar seguro en cada mundial, para nuestro deleite, pero precisamente no tenerlo es lo que hace que muchos vuelvan a creer en el fútbol por encima de las cámaras, las modelos, los millone$ y los peinados exóticos, porque a fin de cuentas queda demostrado que es un trabajo en equipo.

Gareth Bale (Gales), Zlatan Ibrahimović (Suecia) y Robert Lewandowski (Polonia), son parte de los 23 finalistas para el máximo galardón a nivel individual, pero que no podrán demostrar lo que valen futbolísticamente en el máximo campeonato a nivel colectivo.

Quien ponga en duda sus capacidades es o muy fanático de sus 'rivales' o amante de otra disciplina, por lo que el fútbol y sus actores les terminan pareciendo solo once tipos persiguiendo una bola sin sentido, lo que es comprensible y respetable.

Pero para quienes viven con pasión lo que la mayoría quisiera hacer para ganarse la vida, esos nombres van a hacer mucha falta en la próxima cita mundialista.

A ellos podrían sumarse otras figuras como Petr Cech (República Checa), Nemanja Vidic (Serbia), Nicklas Bendtner (Dinamarca), Roque Santa Cruz (Paraguay), que aparecen unos cuantos escalones más abajo.

Sí, Pelé destacó en el 70', Maradona en el 86', Zidane en el 98', y así muchos más, pero no conquistaron el título solos. Incluso ese Brasil es considerado por muchos el mejor EQUIPO de todos los tiempos.

Johan Cruyff, Alfredo Di Stéfano, Roberto Baggio, Ferenc Puskás, George Weah, Andriy Shevchenko, entre otros, son algunos ejemplos de 'Balones de Oro' en su momento que no consiguieron levantar la copa o ni siquiera jugarla, algunos a pesar de contar con un conjunto excepcional.

Casos como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Robben, etc, que pueden echarse a su selección al hombro en cualquier momento y guiarlos a la victoria, necesitan una que los motive a hacerlo.

Al final de cuentas y se llamen como se llamen, uno recuerda que el fútbol no es justo, pero eso también hace que muchos vuelvan a creer.  Pero yo, sin duda alguna, puedo decir en nombre de todos los amantes del fútbol: Los vamos a extrañar.