Los independentismos vasco y catalán tocados tras las elecciones

Madrid, España | AFP | Los independentistas vascos y catalanes cedieron terreno en las elecciones municipales del domingo en España, perdiendo bastiones clave conquistados hace cuatro años como Barcelona, la capital de Cataluña, o San Sebastián en el País Vasco.
Los independentistas de izquierda vascos de la coalición EH Bildu dejan de ser la primera fuerza municipal en la región con 896 concejales frente a los 1.017 que logran los nacionalistas conservadores del PNV, que recuperan la primera plaza.
Amalgama de partidos independentistas de izquierdas, Bildu no resistió el debate generado por su gestión, especialmente en la administración de basuras allí donde gobernaba desde los comicios de 2011, en los que pudieron participar tras condenar la violencia de la organización separatista armada ETA.
En San Sebastián, la joya de la corona de los independentistas, pasaron de gobernar el consistorio a ser la tercera fuerza política con 6 concejales, frente a los 9 del PNV y los 7 de los socialistas que podrían aliarse.
"Tenemos que hacer autocrítica porque no hemos sido capaces de aglutinar los apoyos suficientes para dar el siguiente paso", afirmó el domingo tras conocer los resultados el secretario general de Eusko-Alkartasuna, una de las formaciones integrantes de Bildu, Peio Urizar.
En Vitoria, la capital administrativa de la región tradicionalmente conservadora, el Partido Popular (PP) conserva su mayoría con nueve concejales frente a los seis de Bildu y los cinco del PNV.
El PNV también mantiene su fuerza en su feudo de Bilbao, la capital económica vasca, con 13 concejales, lejos de los cuatro que logran Bildu, Partido Socialista y PP.
Problemas para el independentismo catalán
En Cataluña, la conquista de Barcelona por parte de una plataforma de pequeños partidos de izquierda afines al movimiento de los "indignados", Barcelona en Común, desestabilizó a la coalición conservadora CiU, del presidente independentista catalán Artur Mas.
Aunque su formación sigue siendo la primera fuerza en Cataluña, pierde 110.000 votos respecto a las elecciones de 2011, especialmente en Barcelona y su área metropolitana donde vive la mayor parte de los 7,5 millones de habitantes de la región.
La derrota más dolorosa se produjo en la capital. Xavier Trias, alcalde de CiU desde 2011, obtuvo diez concejales contra once de Barcelona en Común y cederá su puesto a Ada Colau, una conocida activista contra los desahucios.
"Si Barcelona nos da la espalda, no podremos tirar adelante", había señalado el viernes Mas, que el domingo reconoció que el proyecto independentista podía quedar debilitado sin el apoyo de la capital.
La caída de CiU se ve compensada por el auge de otras dos formaciones independentistas de izquierdas, ERC y CUP, que duplican y triplican resultados respectivamente. Así, el bloque independentista suma casi 1,4 millones de votos contra 992.000 del bloque antisecesión.
"La marea soberanista se ha vuelto más confusa (...) está en un problema muy serio", advertía a la AFP el presidente del instituto demoscópico Metroscopia, Juan Toharia.
Todo ello llega a cuatro meses de las elecciones regionales de septiembre en esta región, planteadas como un plebiscito para la independencia por Artur Mas y cuya celebración es puesta en duda por la prensa después de la decepción electoral.