Por José Fernando Araya |14 de mayo de 2016, 5:16 AM

En plena época del Whatsapp, del correo electrónico y de todas las maravillas de la Internet que conectan a desconocidos con cercanos en solo segundos.

En medio de ese escenario, y golpeado por una crisis de corrupción, el fútbol se acuerda de ser deporte y guarda algo de decoro, de honor.

Uno de esos ‘pactos de caballeros’ es el hecho de utilizar fax para enviar contratos y transacciones entre un club a otro.

Mientras un hombre lloraba desconsoladamente en la soledad de un avión chárter rumbo a Manchester, un fax se emitía al ritmo de los últimos segundos del mes de agosto del 2015.

El impreso llegó, pero uno o dos minutos tarde. La verdad es que nadie lo sabe con claridad, pero esa rudimentaria forma de comunicar traspasos le impidió al Real Madrid deshacerse del que a la postre sería uno de sus grandes salvadores de la temporada.

Aquel hombre era Keylor Navas, quien lloraba por ser rechazado por el Madrid y enviado a Manchester como moneda de cambio por el meta español David De Gea.

El error fue una burla para el Madrid y una humillación para el costarricense; pero paradójicamente lo mejor que le pudo pasar al equipo merengue.

“Lloré por todo. Le dije a mi esposa que yo por dentro quería estar en el Madrid. Dios me ha dado esa oportunidad y no pienso desaprovecharla”, mencionó Navas al programa "El Partido de las 12".

Hoy, casi nueve meses después de ese episodio, Keylor cierra la temporada alabado por todos los puntos de inflexión al entorno madridista: prensa, afición y directiva.

El tico disputó 34 partidos, recibió 28 goles y solo se ausentó en cuatro compromisos de la Liga Española.

Pero más allá de ser titular lo más destacado de la temporada fueron sus increíbles paradas que recorrieron el mundo y que lograron lo imposible: olvidar a la leyenda de Iker Casillas bajo el arco blanco.

Haciendo memoria es difícil recordar un partido del Real Madrid en el que Navas no haya hecho alguna parada de mérito.

El penalti a Griezmann en el Calderón o el penalti interceptado ante el Betis, pero siempre dejando su huella en todos los partidos.

Como parte de su colección de récords está el quedarse a solo cinco minutos del récord de mejor inicio de Liga de un portero del club blanco.

O bien cuando detuvo otro penal a Gameiro del Sevilla y que le permitió igualar la marca de Casillas en la temporada 2008/09 de tres penales detenidos en una sola temporada.

Tras cerrar su primera Liga Española como titular en la galaxia del Madrid, Navas ha estado ahí para salvar al equipo merengue, sus milagrosas intervenciones asestaron un golpe directo al corazón de la afición que no se ha cansado de corearlo en las gradas del Santiago Bernabéu.

Keylor se convirtió en el error más querido del Madrid. Un club blanco que tuvo mucha suerte al llegar tarde un fax, que paradójicamente salvó la temporada del que hoy puede ser catalogado uno de los mejores porteros del mundo.