Justicia israelí inculpa a homicida del desfile del Orgullo Gay de Jerusalén
La joven de 16 años, Shira Banki, murió unos días después de haber sido apuñalada por Yishai Shlissel, que también hirió a otros participantes.
La justicia israelí acusó este lunes de asesinato a un ultraortodoxo judío que apuñaló, causándole la muerte, a una joven de 16 años durante un desfile del Orgullo Gay, que según él, reúne a "pecadores" que profanan el nombre de Dios.
Yishai Shlissel, de 39 años, no mostró ningún remordimiento ante el tribunal. "Si quieren que el alma (de la víctima) suba al cielo, es necesario de los (desfiles) del Orgullo Gay cesen en Jerusalén y en todo el territorio de Israel", dijo según la radio militar.
La agresión del 30 de julio, que estuvo seguida de un ataque imputado a extremistas judíos contra una casa palestina en Cisjordania ocupada, impactó a la sociedad israelí y sacó a la luz el fanatismo violento judío.
La joven de 16 años, Shira Banki, murió unos días después de haber sido apuñalada por Yishai Shlissel, que también hirió a otros participantes.
"Shlissel fue inculpado por muerte con premeditación, seis intentos de muerte y heridas agravadas", dijo el ministerio de Justicia en un comunicado.
Macilento y con una larga barba y grandes gafas, el acusado fue declarado penalmente responsable tras un examen psiquiátrico.
El gesto de Shlissel causó un enorme shock en particular porque acababa de ser liberado poco tiempo antes tras purgar 10 años de cárcel por una agresión similar en otro desfile de este tipo en Jerusalén en 2005. Entonces hirió a tres personas.
Shlissel había estado muy activo en diferentes foros antes de la última agresión.
En un texto citado por la prensa, describe a los homosexuales como "pecadores" y el Orgullo Gay, que se celebra en ciudades de todo el mundo, como un "desfile de las abominaciones en la ciudad del soberano con el único objetivo de profanar su nombre".
La policía ha sido duramente criticada por no haber evitado este nuevo ataque. El ministro de la Seguridad Interna, Gilad Erdan ordenó una investigación interna que se limitó a recomendar sanciones disciplinarias menores a los responsables de la policía de Jerusalén, según la prensa.