Por AFP Agencia |14 de noviembre de 2018, 3:25 AM

Ayer censurado, hoy aclamado: Jordi Alba, al que inicialmente Luis Enrique no hizo caso, ha tenido un regreso triunfal a la selección española para enfrentarse a Croacia, impulsado por un buen rendimiento con el Barça, que ha terminado por convencer al inflexible seleccionador.

La prioridad dada a jóvenes jugadores en lugar del campeón de Europa 2012 (29 años, 66 internacionalidades) había sido una de las principales sorpresas del nuevo técnico en sus dos primeras convocatorias, hasta el punto que la prensa española habló de un diferendo personal entre el lateral izquierdo y su antiguo técnico en el Barça.

Y como si a la tercera fuera la vencida, se produce ahora la vuelta de Alba, como "una decisión profesional, personal en ningún caso", comentó Luis Enrique.

Los méritos deportivos de Alba son incontestables, tras un gran inicio de temporada con (2 goles, 6 asistencias), como si la ausencia de la selección hubiera picado en su orgullo a este defensa.

"Estos meses he seguido trabajando igual en el Barça y creo que he jugado a un buen nivel", dijo el martes en rueda de prensa.

Abrazo efusivo

Visto el nivel de Alba, uno de los jugadores más decisivos del Barça, sus compañeros de equipo y de selección han abogado todos a una por su vuelta, como fue el caso de Sergio Ramos.

"Ramos es un gran amigo", comentó el martes, Jordi Alba, antes de afirmar que "pese a ser un rival directo (en el Real Madrid), siempre nos hemos llevado bien, es de agradecer tener este tipo de apoyo".

Según el rotativo español Marca, el centrocampista Sergio Busquets también abogó en favor de su compañero de equipo y el defensa barcelonista Gerard Piqué, cuya opinión sigue pesando pese a su retirada internacional, afirmó esperar que "Luis Enrique rectifique y lleva a Jordi Alba a la selección", tras el clásico contra el Real Madrid (5-1), en el que se lució el pequeño lateral.

"Me siento agradecido a todas las muestras de cariño que he recibido de parte de los compañeros, la gente, la afición, los medios...", resumió Alba, contento de volver a la selección.

Evidentemente, Alba desmintió cualquier malestar con Luis Enrique, limitándose a reconocer que lo pasó mal al ver reducido sus minutos de juego en la tercera temporada del asturiano a los mandos del Barça (2014-2017): "Sinceramente no ha pasado nada entre él y yo, nunca hemos discutido", aseguró.

Mismo tono conciliador para Luis Enrique, que escenificó su reencuentro con un abrazo efusivo el lunes y que la semana pasada no había dudado en afirmar que si tuviera que ser un jugador de la selección, sería... Jordi Alba. "Tiene buen gusto", ironizó el martes el interesado.

Sólo vale la victoria

Aunque el firme Luis Enrique ha afirmado que no toma "decisiones en función del clamor popular", no podía seguir haciendo oídos sordos al rendimiento del lateral. 

El seleccionador parece aparcar de momento su objetivo de rejuvenecer a la 'Roja', aunque ha convocado a los jóvenes José Luis Gayá (Valencia) y Jonny (Wolverhampton), que probablemente tendrán que esperar para jugar.

Y es que el jueves en Zagreb, el objetivo está claro: sólo la victoria asegura a España una plaza en la final a cuatro de la Liga de Naciones. Un empate o una derrota, le dejaría a merced de Croacia e Inglaterra, que se enfrentan el domingo en el último partido del grupo.

"Va a ser una prueba maravillosa, tengo ganas de ver a mis jugadores en un ambiente hostil contra una selección molesta por el resultado del primer partido" (6-0 en España), afirmó Luis Enrique, recordando que "no hay otra opción que ganar".