Por AFP Agencia |10 de septiembre de 2015, 3:42 AM

Majestuoso y grandilocuente, el himno de la Liga de Campeones se ha impuesto como la música del fútbol por excelencia, gracias a una inteligente combinación de ingredientes de marketing.

En el fútbol moderno existen dos melodías fundamentales. Para festejar un título está el eterno éxito del grupo Queen 'We are the Champions' y para anunciar un partido de la máxima competición continental el himno creado el 25 de noviembre de 1992.

Fue entonces, hace casi 23 años, cuando se pudo escuchar por primera vez en los estadios europeos con motivo de la creación de la propia Liga de Campeones.

Registrada por la orquesta británica Royal Philharmonic Orchestra y el coro de la Academia de Saint Martin in the Fields, la conocida melodía emociona a los jugadores, a pesar de que normalmente sus gustos se acercan más a tendencias modernas y urbanas.

Cristiano Ronaldo la cantó

El propio Cristiano Ronaldo, actual Balón de Oro, la cantó como si fuera un himno nacional antes de jugar frente al Atlético de Madrid en los cuartos de la edición de 2015.

El internacional francés Mamadou Sakho la convirtió en su melodía en el teléfono móvil cuando el París Saint-Germain regresó a la Liga de Campeones en 2012.

"Esta música de la Liga de Campeones la escucho en mi teléfono, mis amigos me despiertan con ella. Es mágico para mí, pero también para muchos jugadores que nunca han tenido la suerte de jugar esta competición", señaló Sakho, hoy en las filas del Liverpool.

"El himno de la Liga de Campeones es la gran referencia en términos de música en el mundo del deporte", señaló a la AFP Laurent Cochini, director de Sxieme Son, agencia líder en el continente en el dominio de música para marcas.

Con un atractivo 'crescendo', una melodía inquietante y la solemnidad que ofrece el coro, además de su factura clásica, el himno fue compuesto por el británico Tony Britten, siguiendo las pautas marcadas por los directivos de marketing de la UEFA.

"Habían pasado cosas terribles, estadios mal equipados, hooligans destructivos, era horrible. La UEFA, en su honor, pensaron que la Liga de Campeones tenía que reflejar lo mejor de este magnífico deporte", señaló Tony Britten a la AFP.

"En su solicitud había una intención de gravedad, de no dar la impresión de música pop destinada al mercado. Hacía falta que se sintiera la sustancia", añadió.

"Fue un poco después del efecto que tuvieron los Tres Tenores en el Mundial (Italia-1990) y la música clásica, de repente, estaba de actualidad. Ellos querían algo así, pero sin solistas, querían coros", recuerda.

"Les teníamos que proponer algo así. Escucharon el comienzo de 'Zadok the Priest' de Haendel y dijeron que era lo que querían. Hay una fase ascendente del himno de la Liga de Campeones que yo tomé de Haendel. Después escribí la letra y la música un poco según el estilo de Haendel, pero las cuerdas son más modernas", relata.

La obra del célebre compositor alemán nacionalizado británico del XVIII siglo no es cualquier cosa. Se ha tocado en cada coronación británica desde Jorge II en 1727 hasta Isabel II en 1953.

'¡The Champions!'

"Desde un estricto punto de vista musical, es un himno en el primer sentido del término. Tiene una dimensión guerrillera, religiosa. Con este himno el fútbol parece tener un lado religioso, reuniendo a todos en un estadio", dice Laurent Cochini.

"Además, musicalmente no está relacionado con el periodo en el que fue compuesto. Los gustos musicales cambian todo el tiempo, es difícil tener la constancia. Esto es música clásica, no es la moda, pero tampoco no lo es", añade.

La letra del himno está en las tres lenguas oficiales de la UEFA; inglés, francés y alemán.

"Son los mejores equipos/los grandes equipos/una gran reunión/ellos son los mejores", dice, sin destacar por su contenido. 

Luego llega una parte muy difícil de comprender que los aficionados tararean hasta llegar a la catarsis final: "The Champions!!!".

"No puede ser comprada ni descargada legalmente", según la UEFA. Gracias a los derechos de autor su 'padre' Tony Britten ha podido fundar su propia productora de películas.