Por AFP Agencia |12 de diciembre de 2017, 5:20 AM

El entrenador del equipo de fútbol inglés del Manchester City, Pep Guardiola, y el del Manchester United, José Mourinho, defendieron este martes la actitud de sus equipos en la riña que mantuvieron al término de su partido del domingo.

"No, definitivamente no. Estábamos contentos", explicó Guardiola en la conferencia de prensa previo a su partido de liga de mañana ante el Swansea al ser preguntado por si sus jugadores se comportaron indebidamente. 

"Ganamos el derbi al Manchester United, uno de los mejores rivales que tenemos. Lo celebramos. Creo que si el United gana un derbi, lo celebra. Pero, ¿dónde? En el vestuario, eso es lo que intentamos y lo que hicimos".

"No hicimos nada de especial. Ocurrió y volverá a pasar en el futuro, aunque siempre con respeto para los rivales (...) Claro que animo a mis jugadores a celebrar las victorias. Cuando perdemos aceptamos la derrota. Cuando ganamos tratamos de festejarlo", insistió.

No obstante, Guardiola aseguró que espera que "no vuelva a pasar lo que ocurrió después", cuando jugadores y técnicos de ambos equipos se enzarzaron en una disputa en los vestuarios tras la victoria del City, que amplió a 11 puntos su ventaja respecto al United al frente de la tabla.

A Mourinho le preguntaron luego por las palabras de Guardiola, con quien comparte una larga historia de tensiones y enfrentamientos que se remonta a la época en que el primero entrenaba al Real Madrid y el segundo al Barça.

"Dice, dice, dice... No estoy aquí para comentar sus palabras", dijo el portugués, en la conferencia de prensa previa a su partido ante el Bournemouth, antes de sugerir que sus jugadores son más educados que los de su rival.

Cuestión de educación

"Lo único que puedo decir es que, para mí, fue un tema de diversidad. De diversidad en el comportamiento, de diversidad en la educación. Sólo eso, y únicamente eso".

Mourinho esquivó más preguntas sobre el tema: "esta es una conferencia pre-Bournemouth, no post-Manchester City".

La Federación inglesa de Fútbol (FA, Football Association) dio de tiempo hasta el miércoles para que ambos clubes expliquen qué ocurrió en el túnel de vestuarios tras la victoria del City 1-2 en Old Trafford, el estadio de su máximo rival.

Según la prensa británica, el también ex futbolista español Mikel Arteta, asistente de Guardiola, acabó con la ceja rota y el rostro ensangrentado en la pelea que se desencadenó cuando Mourinho fue al vestuario de los rivales a recriminarles que celebrarán con demasiado entusiasmo su victoria.

Mourinho se encaró primero con el portero brasileño del City, Ederson, y el delantero belga del United Romelu Lukaku también tuvo un papel protagonista en el altercado, y el entrenador acabó rociado con agua y leche por los jugadores del City.