Grecia asume oficialmente las riendas de la Unión Europea por seis meses
Grecia asumió este miércoles la presidencia temporal de la UE en presencia de varios dirigentes europeos...

Grecia asumió este miércoles la presidencia temporal de la UE en presencia de varios dirigentes europeos, una etapa de dimensión simbólica cuatro años después del inicio de la crisis de la deuda y a unos meses de las elecciones europeas.
"Es una gran responsabilidad para Grecia ocupar la presidencia de la Unión Europea durante el semestre que lleva a las elecciones de mayo", declaró el miércoles a la prensa el ministro griego de Relaciones Exteriores, Evangelos Venizelos.
Los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso, respectivamente, así como todos comisarios europeos tenían previsto desplazarse al país y reunirse con el gobierno, como lo hacen en cada presidencia de la Unión Europea.
Esta visita al epicentro de la crisis de la deuda que tuvo que llevar a cabo una política draconiana de austeridad, que ha dejado en la pobreza a cerca de la mitad de la población, puede alcanzar una dimensión particular.
Grecia considera esta presidencia como una ocasión ideal para reconquistar el prestigio perdido durante la larga crisis de la deuda, iniciada a finales de 2009 y que desestabilizó a toda la eurozona, y convertirse en un país "como los otros", según la expresión del primer ministro, Antonis Samaras.
En su mensaje de fin de año, Samaras prometió que 2014 supondría el fin de la asistencia financiera de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, que desde 2010 tutelan al país a cambio de una inyección financiera.
Asimismo, el gobierno espera que la economía crezca un modesto 0,6% que ponga fin a seis años de recesión, que se ha llevado por delante alrededor de un cuarto del PIB.
El gobierno adoptó para la ocasión importantes medidas de seguridad y prohibió manifestaciones en el centro de la ciudad, donde los automóviles no podrán circular durante toda la tarde.
El gran ausente en estas ceremonias será el jefe del principal partido de la oposición de la izquierda radical, Alexis Tsipras, quien quiere demostrar con su gesto "simbólico" su oposición a los programas de austeridad impuestos a su país.
La Unión Europea aprovechará la ocasión para recordar que los pronósticos más pesimistas no se cumplieron, en particular la salida de Grecia de la zona euro, y que los sacrificios del pueblo griego no fueron en vano.
Horizonte incierto
Aunque en principio lo peor de la crisis quedó atrás, el horizonte sigue siendo sombrío para Grecia, bajo tutela de sus acreedores.
El país tiene que hacer frente en los próximos meses a un agujero presupuestario de 11.000 millones de euros. "Idealmente", el país desearía no tener que recurrir a un tercer plan de ayuda, dijo el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, que ha excluido no obstante, nuevas medidas de austeridad.
La deuda del país sigue siendo muy alta: alrededor del 175% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que dificulta su retorno a los mercados de la deuda. El rendimiento que le exigen los mercados a Grecia por emitir deuda roza el 8%, demasiado alto para pensar en un regreso duradero a los mercados.
Por eso, el país espera obtener una reducción de su deuda como se comprometieron los acreedores en 2012 en el caso de que registrase un excedente primario, lo que podría haber ocurrido ya el año pasado.
"No pedimos un 'haircut'" o condonación, dijo el miércoles Stournaras. "Hay muchas formas para reducir la deuda", como la reducción de los tipos de interés que paga o la extensión del plazo para la devolución de la deuda, aunque para ello hay que convencer a los acreedores. Se espera que las negociaciones con este fin empiecen en abril.
Mientra tanto, Atenas ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para su presidencia europea: crecimiento, empleo, aplicación de la unión bancaria, inmigración y política marítima.