Por AFP Agencia |16 de enero de 2019, 7:53 AM

La supermodelo brasileña Gisele Bündchen defendió este miércoles su trayectoria de más de doce años como activista ambiental y mostró su "sorpresa" frente a los reproches de la nueva ministra de Agricultura, quien le acusó el lunes de criticar "sin conocimiento" a su país.

"Me causó sorpresa ver mi nombre mencionado de forma negativa por defender y manifestarme a favor del medioambiente", arranca la modelo en su escrito publicado en su cuenta de Twitter, donde le siguen 4,8 millones de personas. 

"Desde 2006 vengo apoyando proyectos e involucrándome en causas socioambientales, lo que siempre hice con mucha responsabilidad", añade Bündchen, antes de explicar que sus años de activismo le han permitido adquirir profundos conocimientos sobre el tema gracias a las "lecturas y contactos con científicos, investigadores, agricultores, organizaciones corporativas y ambientales". 

La respuesta de quien fuera la modelo mejor pagada del mundo, y que reside desde hace años en Estados Unidos, llega después de que la nueva ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina, le acusara durante una entrevista de criticar las políticas nacionales sin tener suficiente información. 

"Disculpa, Gisele, deberías ser nuestra embajadora y decir que tu país preserva [el medioambiente], que está a la vanguardia de la preservación, en lugar de dar palo sin conocimiento de causa", afirmó el lunes la titular de una de las carteras más polémicas del gobierno del ultraderchista Jair Bolsonaro.

En su escrito, Bündchen no menciona directamente a Cristina, destacada representante del poderoso sector del agronegocio, pero sí deja las puertas abiertas a una colaboración con su país siempre que sea para divulgar "acciones positivas" para el medio ambiente.

Retirada de las pasarelas desde 2015, Bündchen, de 38 años, reside en Nueva York junto a sus hijos y su marido, el astro de fútbol americano Tom Brady. 

Conocida por su militancia ambiental, en 2016 fue nombrada embajadora de la buena voluntad de las Naciones Unidas (ONU) para la protección de la vida salvaje y, un año después, contribuyó con su activismo a revertir una serie de medidas tomadas por el gobierno de Michel Temer -predecesor de Bolsonaro- que autorizaban la explotación minera en regiones de la Amazonía. 

Recientemente criticó un proyecto de ley que busca flexibilizar el registro de los agrotóxicos en Brasil. 

La llegada de Bolsonaro al poder el 1 de enero despertó una fuerte preocupación entre los defensores del medio ambiente, que temen que sus compromisos con el poderoso sector del agronegocio resulten fatales para la preservación de uno de los países con mayor patrimonio ambiental del mundo.