Por Julio Naranjo |12 de mayo de 2020, 16:51 PM

Un futbolista de nacionalidad turca confesó haber asesinado a su propio hijo de cinco años, quien se encontraba internado en un hospital por coronavirus.

Se trata del jugador Cevher Toktas, quien, según varios medios de Turquía, esclareció el confuso fallecimiento del menor siete días después del asesinato.

“Presioné una almohada sobre mi hijo, que estaba tumbado en la cama. Durante 15 minutos no la levanté, mi hijo luchó todo ese tiempo y después dejó de moverse. Luego llamé a gritos a los médicos para evitar sospechas de mí”, según relata el medio Daily Sabah.

Toktas ingresó al centro médico junto a su hijo el pasado 23 de abril con un cuadro de fiebre y de inmediato fueron puestos en cuarentena.

Horas después el menor falleció y, en primera instancia, los médicos pensaron que el niño había muerto por causas respiratorias relacionadas con el COVID-19.

“Nunca quise a mi hijo pequeño, desde que nació. No sé por qué no le quería. La única razón por la que lo maté es porque no me gustaba. No tengo ningún problema mental”, detalló el central de 32 años del Bursa Yildirim, equipo de ligas inferiores del fútbol turco.

Toktas, quien jugó en la máxima categoría con el equipo del Glencerbirligi, fue detenido de inmediato y ahora se enfrenta a una condena de cadena perpetua por el asesinato.