Internacional

Frente al calentamiento, la transición económica está en marcha pero es lenta

Las energías ecológicas -exceptuando la biomasa tradicional- ocupan todavía un lugar modesto en los transportes y la producción de calor

Por AFP Agencia |29 de noviembre de 2018, 2:23 AM

Tres años después de la firma del Acuerdo de París, el sector económico multiplicó los esfuerzos para contener el cambio climático, pero a un ritmo demasiado lento para lograr la meta de un calentamiento limitado a 2 ºC.

LOS PROGRESOS 

El auge de las energías renovables

En 2017, se instaló una capacidad récord de 178 gigavatios (GW), sobre todo para las energías solar y eólica. Pero este ritmo es insuficiente para cubrir el aumento del consumo mundial, según los expertos de la red REN21.

Las energías ecológicas -exceptuando la biomasa tradicional- ocupan todavía un lugar modesto en los transportes y la producción de calor, sectores que consumen enormemente energías fósiles.

Un precio al carbono

Unos 46 países y 26 provincias aplican actualmente una tarifa al carbono, ya sea mediante una tasa, un intercambio de cuotas... Esta práctica generó en 2017 32.000 millones de dólares, frente a 22.000 en 2016, según el centro de estudios I4CE. Estas iniciativas cubren alrededor del 15% de las emisiones mundiales.

Pero todavía se está muy lejos de los 30 euros la tonelada de CO2, considerado el nivel mínimo para tener un impacto disuasivo y beneficiar el clima, según la OCDE.

Presión a las empresas

Cada vez más inversores (bancos, seguros, fondos...) reclaman a las empresas contar con una estrategia de adaptación al calentamiento y rechazan financiar proyectos nocivos para el clima. Un grupo de inversores incluso elaboró una lista de empresas para vigilarlas de cerca, especialmente en el sector energético, transportes, siderurgia y minas (iniciativa Climate Action 100+).

Cerco al auto tradicional

El gobierno español anunció su intención de prohibir la venta de autos diésel y gasolina en 2040, una meta similar a la de Francia y Holanda. Tokio, Seúl y Rotterdam se sumaron a París, Londres, Barcelona, México... en su compromiso para que el 100% de su flota de autobuses represente cero emisiones en 2025.

La UE decidió imponer un recorte de 35% de las emisiones de CO2 para los autos nuevos en 2030, respecto a 2021, una medida juzgada insuficiente por los defensores del clima.

La administración de Donald Trump flexibilizó las normas anticontaminación de los autos. Y la tendencia del mercado es más bien proclive a los autos SUV (4x4 urbanos), grandes consumidores de combustible.

LOS MOTIVOS DE PREOCUPACIÓN 

Emisiones al alza 

Después de 3 años de relativa estabilidad, las emisiones de CO2 del sector energético aumentaron de nuevo en 2017 y también lo harán en 2018.

Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron el año pasado un nivel histórico, de 53,5 gigatoneladas (Gt) equivalentes en CO2 y "nada indica que se haya alcanzado" el tope, según la ONU. Para limitar el cambio climático a 2 ºC, se requeriría un máximo de 40 Gt en 2030 y de 24 Gt para 1,5ºC. 

Se dispara el metano

Tras una ralentización entre 2000 y 2006, la concentración de metano en la atmósfera creció 10 veces más rápido en la década siguiente. Procedente sobre todo de la agricultura y de las energías fósiles, este es responsable del 20% del cambio climático. Grupos petroleros como Total, Chevron, BP y Saudi Aramco se comprometieron a reducir colectivamente de 350.000 toneladas anuales sus emisiones en 2025.

Demasiado carbón 

El consumo de carbón crecerá de nuevo de aquí a 2022 (+0,5% anual), según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), y se mantiene como la primera fuente de producción de electricidad en el mundo.

Si bien su disminución se confirma en Europa, en muchos países asiáticos y en particular en India, se espera un fuerte crecimiento, debido a su gran demanda.

En 2017, las inversiones en nuevos proyectos de centrales retrocedieron, pero seguían representando una capacidad de 2.000 GW. A principios de año, más de 700 GW se hallaban en construcción o en su etapa previa, según un estudio de varias ONG, entre ellas Greenpeace.

La incipiente captura de carbono 

Considerada como una de las soluciones más eficaces para reducir las emisiones de CO2 de las centrales de carbón y de las plantas industriales (cementeras, siderúrgicas...) la captura y almacenamiento de carbono sigue siendo limitada (el año pasado se recuperaron unos 30 millones de toneladas, según la AIE). Se trata de una tecnología onerosa y por tanto no rentable a falta de un precio del carbono suficiente.

Deforestación

La pérdida de la superficie forestal en el mundo alcanzó en 2017 15,8 millones de hectáreas, es decir, la superficie de Bangladés o el equivalente de 40 campos de fútbol desapareciendo cada minuto, según Global Forest Watch. Esto se debe a la agricultura, la tala de árboles y la actividad minera, pero también a los huracanes e incendios reforzados por el cambio climático.