Por AFP Agencia |21 de abril de 2021, 18:25 PM

La Superliga europea se desmorona, pero no está muerta, sino "en stand-by", según declaró en la madrugada del jueves Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y uno de los principales impulsores de un proyecto que apenas sobrevivió 48 horas y que conmocionó a un fútbol europeo que debe "reconstruir" su unidad.

En un giro de situación tan espectacular como el anuncio, en la madrugada del lunes, de la creación de un torneo privado casi cerrado, ideado por una docena de los clubes más poderosos de Europa para ganar más dinero y suplantar a la tradicional Liga de Campeones, solo dos (Real Madrid y Barcelona) de los 12 clubes implicados permanecen oficialmente en el proyecto apenas dos días después de anunciarse.

"El proyecto está en stand-by. La sociedad (organizadora del torneo) existe", declaró Pérez en la Cadena Ser, asegurando que ningún club ha abandonado el proyecto porque "todos hemos firmado contratos" y deberían afrontar indemnizaciones que no quiso cifrar. 

"No se puede salir uno de la Superliga así como así", advirtió Pérez, que añadió que los promotores están "reflexionando sobre el futuro" para "salvar el fútbol", muy afectado por la crisis. Si no sale este (proyecto) saldrá otro más adelante", aventuró.

Las declaraciones del mandatario blanco llegaron 24 horas después de la renuncia de los seis clubes ingleses a la Superliga europea, a la que siguió la del Atlético, Inter, AC Milan y Juventus, cuyo presidente, Andrea Agnelli, era el gran valedor del proyecto junto a Pérez.

Juventus y AC Milan no renunciaban formalmente en sus comunicados, pero utilizaron fórmulas en las que daban claramente un paso atrás. El club 'bianconero' sufrió las consecuencias del fisco al perder un 13,70 de su valor en la Bolsa de Milán.

"Reconstruir".

La UEFA celebró a primera hora del miércoles la decisión de los clubes ingleses y dio la bienvenida a los arrepentidos.

"Lo importante ahora es ir hacia adelante, reconstruir la unidad que tenía este deporte antes y avanzar juntos", dijo en un comunicado.

El patrón de la UEFA, que el martes había dejado abierta la puerta a los disidentes por si querían dar marcha atrás, repitió que es "admirable reconocer un error y esos equipos cometieron un gran error".

Una mano tendida hacia los ricos clubes disidentes, cuya visión mercantil del fútbol chocó contra la oposición de aficionados, gobiernos, instancias y algunas de las estrellas del balón redondo.

Tras la renuncia de los equipos ingleses, los promotores de la Superliga publicaron un comunicado, en mitad de la noche europea que parecía apuntar a una pausa en sus planes al hablar de "reconsiderar las etapas más apropiadas para remodelar el proyecto".

El primer ministro británico, Boris Johnson, se había mostrado muy en contra de la Superliga europea desde el primer momento y celebró este miércoles la decisión de los seis clubes ingleses.

"Celebro el anuncio de anoche (martes). Es la solución correcta para los aficionados y los clubes (...) Debemos continuar protegiendo este deporte nacional que tanto apreciamos", tuiteó el líder del gobierno británico.

'Mea culpa'.

Comenzó entonces la hora del 'mea culpa' y las disculpas de los rebeldes arrepentidos.

"Quiero pedir disculpas a todos los hinchas y aficionados del Liverpool Football Club por la confusión de las últimas 48 horas", explicó el multimillonario propietario del Liverpool John W. Henry, en un vídeo difundido por todas las plataformas del club. 

"Habéis expresado claramente vuestra oposición a la Superliga y os hemos escuchado. Nos equivocamos", declaró por su parte Joel Glazer, copropietario del Manchester United.

Por su parte, el Arsenal había admitido su fallo en un mensaje en Twitter: "Hemos cometido un error y nos disculpamos por ello".

Las disculpas no sólo llegaron de Inglaterra. "Es normal para un dirigente de club conocer, en 2021, la importancia de los ingresos financieros, pero la lección de este asunto es, ¿hasta dónde podemos llegar? Ciertamente no a cambiar los principios del deporte, la meritocracia", declaró Paolo Maldini, mito del Milan y actual dirigente del club lombardo, que presentó sus "excusas" ante todos los aficionados, no solo los del club 'rossoneri'.

El desenlace de este asunto fue acogido con satisfacción también por los mayores protagonistas del fútbol, los jugadores.

"Desde la plantilla del Atlético de Madrid os queremos transmitir nuestra satisfacción sobre la decisión final de renuncia al proyecto de la Superliga tomada por nuestro club", señala el comunicado publicado por su capitán, el centrocampista Koke Resurrección.

"Habrá consecuencias".

"Seguiremos luchando para ayudar desde nuestra posición a que el Atleti crezca a través de los valores del esfuerzo y el mérito que nos han caracterizado siempre, para que todos vosotros continuéis viéndoos reflejados en esas señas de identidad", añade el texto.

Una de las dudas a resolver en un futuro inmediato es si los promotores de la ruptura sufrirán alguna consecuencia por su afrenta, sobre todo porque el discurso comprensivo de Ceferin quizá no sea unánime en la instancia.

El proyecto "ya ha tenido consecuencias de una cierta manera, porque (los clubes fundadores) tienen que vivir con su vergüenza", declaró Karl-Erik Nilsson, uno de los vicepresidentes de la confederación europea.

"Tenemos que discutir eventuales consecuencias adicionales (...) pero de todas maneras habrá consecuencias, en cuestiones de confianza sobre todo, y de su credibilidad en el futuro", añadió Nilsson.


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