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Fiscal general de Honduras dimite, acusado de incapacidad frente al crimen

Por AFP Agencia |26 de junio de 2013, 5:06 AM

El fiscal general Luis Alberto Rubí dimitió este miércoles luego de que una comisión que investiga al Ministerio Público pidiera su despido al Congreso, por considerarlo incapaz en el combate a la corrupción y el crimen en Honduras, uno de los países más violentos del mundo.

"Interpongo mi renuncia irrevocable después que, con serenidad y paciencia, he observado las acciones del Congreso en obtener mi dimisión, lo que ha llegado a niveles intolerables para mi propia dignidad", expresó Rubí en su carta de renuncia, enviada al Poder Legislativo.

Rubí, nombrado por el Congreso para un periodo de seis años que concluía en mayo de 2014, dijo sentirse "satisfecho del deber cumplido y en preservar el Estado de derecho, y la autonomía del Ministerio Público".

En círculos legislativos consultados por la AFP trascendió que el fiscal general adjunto Roy Urtecho, también cuestionado por la comisión, presentaría su renuncia en las próximas horas.

La comisión, que mantiene desde abril intervenida a la Fiscalía, instó el martes a los diputados a destituir a ambos y enjuiciarlos.

La comisión los culpa de "ser los responsables del inadecuado manejo y administración" de la Fiscalía y de "un incumplimiento grave de sus funciones, atribuciones y obligaciones" en perjuicio de la población.

"Han generado pobres y deficientes investigaciones en las causas penales e incrementado la impunidad de los delitos cometidos contra la ciudadanía", según el informe de la comisión.
El Ministerio Público investiga apenas 5% de los más de 50.000 casos que recibe cada año, de acuerdo con el informe.

Honduras, según estudios de Naciones Unidas, es el país sin conflicto bélico más peligroso del mundo, con una tasa de 85,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

La violencia es generada principalmente por la acción de los narcotraficantes y las violentas pandillas, involucradas en sicariato, venta de droga al menudeo, extorsiones, secuestros, robos y otros delitos en los que también participan policías corruptos.