FifaGate: defensa pide absolver al anciano exjefe del fútbol brasileño
Juan María Marín es juzgado junto al exjefe del fútbol paraguayo y de Conmebol, Juan Angel Napout, y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga
Un monarca sin poder. Un jugador pasivo. Un anciano senil en el puesto equivocado en el momento equivocado. Así fue presentado en el juicio FIFA este jueves José María Marín, el exjefe del fútbol de Brasil, por su abogado.
Marín, de 85 años "y medio", como recuerda siempre su defensa, es juzgado junto al exjefe del fútbol paraguayo y de la Conmebol, Juan Angel Napout, y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga. Son los únicos de los 42 acusados en el megaescándalo FIFA que están en Estados Unidos y se declaran inocentes.
El expresidente de la poderosa Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) entre 2012 y 2015 está acusado de conspiración para delinquir y de seis cargos de conspiración para cometer fraude bancario y lavar dinero en relación a la Copa Libertadores, la Copa América y la Copa de Brasil. El gobierno estadounidense asegura que acordó recibir 6,55 millones de dólares en sobornos.
Pero su abogado, Charles Stillman, insistió en que no hay pruebas para condenarlo.
"Marin estaba en la cancha pero no jugaba", dijo Stillman al jurado, que comenzará sus deliberaciones probablemente esta misma tarde.
"Con todo respeto, Marín era el monarca que hacía los brindis, mientras Marco Polo (Del Nero) manejaba todo", aseguró en referencia al actual jefe de la CBF, que era su vice y lo sucedió en el cargo tras su arresto hace dos años y medio en Suiza.
Marín, en arresto domiciliario en su apartamento de la lujosa Trump Tower de Nueva York, pasó la mañana en la corte con un pañuelo en la mano y un algodón en la nariz como para frenar un sangrado. Como en otros días del proceso que lleva ya cinco semanas, el anciano de cabellos blancos hacía cara de esforzarse por comprender lo que sucedía a su alrededor.
Corría marzo de 2012 cuando Ricardo Teixeira, presidente de la CBF por más de dos décadas, anunció su renuncia de manera sorpresiva, presionado por denuncias de corrupción.
Del Nero era visto como un sucesor natural, pero quien finalmente asumió el cargo fue Marin debido a la regla de la CBF que otorga el puesto al vicepresidente de mayor edad, recordó.
El gobierno asegura que tras la renuncia de Teixeira, Marín y Del Nero pasaron a repartirse entre ambos los sobornos, y que las menciones "Brasileiro" o "MPM" en las cuenta de las empresas que pagaban los sobornos a cambio de contratos se refieren a las coimas para ambos.
Stillman no se detuvo en las grabaciones secretas mostradas por la fiscalía en las cuales Marín conversa sobre coimas para la Copa de Brasil y Copa América con el empresario deportivo José Hawilla.
Pero afirmó que si su cliente tuviera algo que esconder, no hubiera recibido presuntos sobornos en una cuenta a su nombre en Estados Unidos.