Por AFP Agencia |12 de junio de 2017, 23:53 PM

El grupo Estado Islámico (EI) defendía encarnizadamente el martes un barrio a la entrada de la Ciudad Vieja de Raqa ante el avance de las fuerzas antiyihadistas apoyadas por Washington, que intentan capturar el principal bastión del EI en Siria.

"Hay violentos combates contra Dáesh, que recurre enormemente a las minas y a los francotiradores emboscados, y a veces a coches bomba", afirmó el martes a la AFP la portavoz de la campaña de Raqa, Jihan Sheij Ahmad, refiriéndose al EI por su acrónimo en árabe.

La ofensiva es llevada a cabo por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza árabo-kurda que intenta expulsar al EI de su "capital" en Siria, esta ciudad al norte del país de la que se apoderó en 2014.

Tras ingresar en Raqa el 6 de junio, las FDS conquistaron un barrio al este y luego otro al oeste. Desde el lunes intentan capturar el barrio de Al Senaa, a las puertas de la Ciudad Vieja donde se hallan importantes fortificaciones del grupo yihadista.

Pero el EI ofrece una gran resistencia pese a los bombardeos aéreos de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.

"El barrio de Al Senaa no está totalmente bajo control debido a los reiterados ataques de los yihadistas", asegura el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que dispone de una amplia red de fuentes en el interior de Siria.

- Civiles atrapados -

Según el OSDH, la captura de Al Senaa marcará el verdadero inicio de la batalla por Raqa ya que las FDS atacan así el centro mismo del bastión yihadista.

"El centro de la ciudad será la principal batalla en Raqa", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director de esta onegé.

En este sector "hay gran número de túneles y combatientes yihadistas", añade.

El centro está además densamente poblado, lo que podría complicar las operaciones, como ocurre actualmente en Mosul, bastión del EI en Irak, donde las fuerzas de Bagdad afrontan un fuerte resistencia de los yihadistas.

Raqa contaba antes de la ofensiva con unos 300.0000 habitantes, entre ellos 80.000 desplazados procedentes de otras partes de Siria.

Tras la huida de miles de personas estos últimos meses, la ONU estima en 160.000 el número de habitantes que permanecen en la ciudad, viviendo en condiciones que se deterioran cada día.

Las panaderías están cerradas ya que no hay harina, según los habitantes del lugar. La electricidad está cortada y hay gran penuria de agua.

Según el OSDH, más de 60 civiles fueron abatidos desde el lanzamiento de la ofensiva contra la ciudad, hace una semana.

La ONG Human Rights Watch pidió el martes a la coalición internacional y a las FDS que "protejan a los civiles y respeten prioritariamente los derechos humanos en la ofensiva" contra Raqa.

"No se trata solamente de vencer al EI sino de proteger a los civiles que sufrieron durante tres años y medio bajo la férula del EI", dijo Lama Fakih, subdirectora de la onegé Human Rights Watch (HRW) para Medio Oriente.

Desde que fue conquistada por el EI en 2014, Raqa se convirtió en el símbolo de las atrocidades de los yihadistas en Siria, y una base de planificación de sangrientos atentados en el extranjero.

Varios yihadistas extranjeros se instalaron en la ciudad, a veces con sus familias.