Internacional

El Valencia huele a Liga de Campeones

Los hombres de Ernesto Valverde siguen la estela de la Real Sociedad. No notaron la presión y se la pasaron al conjunto vasco, que deberá ganar en Sevilla si no quiere perder un puesto que vale oro.

18 de mayo de 2013, 7:03 AM

 Getafe (Madrid), 18 may (EFE).- El Valencia ganó 0-1 al Getafe con un solitario gol de Jeremy Mathieu y aprovechó la desidia de su rival para mantenerse en la pelea por la cuarta plaza del campeonato que otorga el derecho de jugar la próxima temporada en la Liga de Campeones.

Los hombres de Ernesto Valverde siguen la estela de la Real Sociedad. No notaron la presión y se la pasaron al conjunto vasco, que deberá ganar en Sevilla si no quiere perder un puesto que vale oro.

En esta ocasión, el Valencia, como ocurre muchas veces por el Coliseum Alfonso Pérez, se vio ayudado por su afición. El primer gol del partido lo marcó su hinchada. Cerca de 1.000 personas del Valencia silenciaron durante casi todo el partido a una afición que no se movilizó ni siquiera cuando su equipo mantiene vivas sus esperanzas europeas.

Ante la apatía generalizada que mostraron desde el inicio los 22 futbolistas que estaban sobre el césped, por lo menos los hinchas del conjunto "che" amenizaron una tarde fría y soporífera en la que ambos contendientes tenían objetivos por los que jugar.

Sin embargo, en muchos tramos del encuentro parecía que el Valencia no optaba a la cuarta plaza y el Getafe a la séptima. Tanto los hombres de Ernesto Valverde como los de Luis García sacaron a relucir un nulo fútbol marcado por una aparente falta de garra que muy pocos soportaron entre bostezos.

Por lo menos en la primera parte, donde sólo hubo un disparo entre los tres palos, en el minuto 44, y que sirvió para inaugurar el marcador. El afortunado en dar en la diana fue el francés Jeremy Mathieu, que aprovechó una cesión de Ever Bánega en una falta para batir a Miguel Ángel Moya desde fuera del área.

Fue el único disparo que ofrecieron Getafe y Valencia en todo el acto inicial. Antes, Roberto Soldado mandó un cabezazo fuera y Pedro León, por parte del cuadro madrileño, asustó con un disparo que se marchó por encima del larguero de Guaita. No hubo nada más, el descanso llegó como una bendición en medio de tanto sopor.

El paso por los vestuarios activó a los dos equipos. Por lo menos al principio, cuando en cinco minutos hubo más tiros que en los primeros 45. Lo intentó primero Ángel Lafita, que sustituyó al principio del choque al lesionado Adrián Colunga, y no tuvo suerte porque Guaita se encontró con el balón cuando disparó desde dentro del área pequeña.

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