Por AFP Agencia |4 de julio de 2016, 6:25 AM

"La esperanza, la alegría, el odio, el drama" para Alain Giresse, "una desgracia que permanecerá eternamente" para Bernard Genghini... El fútbol francés tiene un trauma todavía muy vivo cuando se enfrenta a Alemania desde el Mundial de España-1982: los Bleus que estaban en el campo en aquel duelo de Sevilla repasan sus recuerdos.

La perspectiva de un Alemania-Francia el jueves en Marsella, en las semifinales de la Eurocopa-2016, hace resurgir inevitablemente las imágenes de aquel partido del 8 de julio de 1982, entre Francia y la República Federal Alemana, en semifinales de la Copa del Mundo.

"Ese partido de Sevilla es mítico, incluso los más jóvenes han escuchado hablar de él por su padre o su abuelo. Ese partido es inolvidable, ha quedado en la leyenda del fútbol por cómo fue, por su dramaturgia y por todas las emociones que generó", sintetiza Genghini, mediocampista francés aquel día en el césped del estadio Sánchez Pizjuán.

Aquel día, el francés Patrick Battiston sufrió un violento choque con el arquero alemán Harald Schumacher y en la camilla, tumbado, Michel Platini le sostenía una mano.

"Siempre hay una pequeña referencia, pero si se difumina cada vez más, pues mejor, así pasamos a otra cosa", señala Battiston, de 59 años, al que le costó tiempo recuperarse de una fisura en una vértebra cervical. Era otra época. Schumacher no fue expulsado y el partido continuó.

"Cuando pienso en ello, me enfadó mucho. No contra Schumacher, sino contra el árbitro que dirigía el partido", se enciende el exdefensa francés Marius Trésor, de 66 años.

"Para nosotros, esa injusticia permanecerá eternamente, incluso aunque la generación actual ha pasado a otra cosa", cuenta Genghini, de 58 años. Había sido reemplazado diez minutos antes por Battiston, antes de esa escena impactante, que sigue generando 34 años después "sentimiento de odio y cólera".

Más allá del fútbol

Giresse, de 63 años, no ha olvidado nada de aquel partido de Sevilla: "En la agresión a Battiston no se pitó nada, ni roja, ni amarilla, ni siquiera falta, ¡cero! En el segundo gol alemán me hicieron una falta a mí y otra a Michel Platini".

Los Francia-Alemania enfrentan a dos países que son dos grandes rivales en el seno de Europa. ¿El fútbol es otra forma de canalización de esa complicada relación histórica?

"No vamos tan lejos, pero es verdad que después de ese partido se generaron sentimientos", responde Genghini, antes de admitir que "fue más lejos que un simple partido de fútbol".

En el momento en el que Battiston es golpeado por Schumacher, el resultado era 1-1.

Platini había respondido con un penal a un gol de Littbarski. En la prórroga, el partido se volvió loco y Francia se distanció rápidamente 3-1 gracias a Tresor y Giresse.

"Esa noche pasamos por todos los estados emocionales imaginables en dos horas. Es difícil tener un buen recuerdo de una derrota tan cruel, pero a mí me queda ese instante, esos últimos segundos después de mi gol, de una gran intensidad. Doy las gracias a la vida por habérmelo regalado", se emociona 'Gigi'.

"Vamos a ganar"

Los alemanes empataron finalmente 3-3 y forzaron la tanda de penales. Después de un fallo de los germanos, Didier Six tuvo la ocasión de clasificar a los Bleus para la final del Mundial, pero falló.

La oportunidad pasó. Maxime Bossis erró su tiro y Horst Hrubesch clasificó a los alemanes (5-4 en la tanda).

"Estuvimos cerca de algo grande", lamenta Giresse a modo de 'mea culpa' colectivo.

"Nuestra responsabilidad es haber continuado jugando con el 3-1, teníamos que haberlo gestionado mejor", estima, considerando que faltó un poco de conservadurismo.

"Evidentemente es la mayor decepción de mi carrera. No pensaba que se pudieran vivir tantas emociones, tan fuertes y tan diferentes, en tan poco tiempo. La esperanza, la alegría, el odio, el drama", subraya el emblemático exjugador del Burdeos, actual seleccionador de Mali.

¿Y ahora? ¿Los Francia-Alemania son tan volcánicos? "Siempre son partidos especiales porque somos vecinos", asegura Genghini.

Battiston, por su parte, está impaciente por el Francia-Alemania de esta Eurocopa, que se jugará el 7 de julio, a un día del 34º aniversario del partido de Sevilla.

"Es otra semifinal, pero no tiene una relación especial con la de Sevilla. Esta semifinal la vamos a ganar", confía.