Por AFP Agencia |3 de abril de 2024, 17:15 PM

Las cárceles iraníes se han convertido en auténticos "campos de la muerte", con al menos 853 ejecuciones en 2023, más de la mitad relacionadas con delitos de droga, denunció el jueves Amnistía Internacional.

El número de ejecuciones en 2023 es el más elevado desde 2015 y marca un aumento del 48% comparado con 2022 y del 172% respecto a 2021, indicó la oenegé, que hizo un llamado a la comunidad internacional para tomar medidas y poner fin a esta "horrible" serie de ejecuciones.

Sólo en lo que va de 2024, se han contabilizado 95 ejecuciones, añadió el comunicado.

Las autoridades iraníes "persistieron en su oleada de asesinatos autorizada por el Estado que ha transformado las cárceles en campos de la muerte", dijo Amnistía en el informe.

Irán se vio sacudido por una serie de manifestaciones durante meses tras la muerte en septiembre de 2022 de la joven kurda iraní Mahsa Amini, fallecida tras ser detenida por no llevar correctamente el velo.

Irán ya ejecutó a nueve personas en relación con estas protestas, pero los grupos de defensa de los derechos humanos temen que las autoridades utilicen la pena capital en todos los delitos para inculcar el miedo.

"Las autoridades iraníes reforzaron la pena de muerte para propagar el miedo en la población y reforzar el control del poder, tras el movimiento de revuelta 'Mujer, Vida, Libertad'", acusó Amnistía.

"Sin una reacción mundial firme, las autoridades iraníes se sentirán autorizadas a ejecutar a otros miles de personas en los próximos años, con total impunidad", declaró Diana Eltahawy, directora adjunta para Oriente Medio, citada en el texto.

La oenegé, además de alertar sobre el "sorprendente aumento" de las ejecuciones relacionadas con los estupefacientes, denuncia que entre las personas ajusticiadas figuran "opositores y miembros de las minorías étnicas oprimidas".

Las ejecuciones en Irán se llevan a cabo normalmente por ahorcamiento en las cárceles, y a veces en público.