Por Adrián Fallas |5 de noviembre de 2016, 4:00 AM

“Yo no soy un político. Los políticos hablan y no actúan. Yo soy lo contrario”, dijo Donald Trump el día que se lanzó a competir por la presidencia de los Estados Unidos en junio del año 2015.

De ese momento en adelante el apoyo de Trump se desbocó, dejando al lado del camino a sus oponentes en el Partido Republicano, tirando por el piso los pronósticos de los expertos y haciendo que miles se preguntaran si realmente este magnate del mercado inmobiliario podría ser presidente de una potencia.

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El aura que acompaña a Donald John Trump empezó a construirse en los años 80’s, cuando este neoyorkino se consolidaba en el mercado como un peso pesado. Seguía el camino de su padre, Fred, que construyó apartamento tras apartamento en Queens, Brooklyn y Staten Island para amasar su fortuna.

En el 2004 Trump se terminó de instalar en el imaginario colectivo con el programa de televisión The Apprentice. Cadenas noticiosas de corte conservador lo convirtieron en un recurrente comentarista político.

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“Trump es más un comerciante y empresario que un político” asegura el analista internacional de la Universidad Nacional Roy Mora, que calificó la nominación de Trump como candidato republicano.

El camino de Trump a la papeleta final de candidatos ha estado marcado por la polémica y por la atención mediática.

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El muro entre Estados Unidos y México –que según Trump pagarían los mexicanos–, la prohibición a los musulmanes a los Estados Unidos y comentarios moralmente objetables sobre el trato a las mujeres son solo algunas de las cosas por las que se recordará la campaña de Trump.

Posiciones

“La discusión sobre temas de peso en esta campaña ha sido poca y muy pobre”, aseveró Mora, cuando se le preguntó sobre las posiciones de Trump en temas claves.

Aun así pudo apuntar a algunos detalles sobre lo que Trump opina en ciertas discusiones.

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La política exterior de Estados Unidos “se cerraría al mundo y se alejaría del comercio internacional y habría proteccionismo hacia la producción local”.

Trump además defiende el derecho constitucional a portar armas y sobre la salud pública cree que “el Estado no puede seguir siendo el benefactor” en estos temas.

El medio ambiente no es tema que le interese, según lo apuntado por Mora y además desea minimizar la llegada de migrantes a los Estados Unidos.

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Con estas ideas el que no es político busca obtener el voto del pueblo de los Estados Unidos.

“Muchos ven en Trump una posibilidad de volver a reposicionar a los Estados Unidos como la potencia”, advirtió Mora.