Un herido denunció al rapero, Travis Scott, por la muerte de ocho personas en su concierto del viernes Astroworld en Houston, Texas, Estados Unidos.

Tanto el rapero como los responsables del concierto, al que asistieron unas 50.000 personas, tienen las manos llenas de sangre, según el hermano de una víctima llamada Danish Baig. 

“Mi hermano estaba tendido en el suelo, mientras la gente pedía que se detuviera la actuación, pero nadie lo hizo”, dijo el hombre entre lágrimas.

A raíz de la situación la policía abrió una doble investigación. Una de las líneas es por un posible fallo en la seguridad y otra ante la posibilidad de que alguien inyectara droga a uno de los asistentes.

“No podía imaginar que esto llegara a suceder. Ustedes saben que mis fanáticos son realmente muy importantes para mí por eso siempre quiero dejarles una experiencia positiva. En todo momento traté de entender que estaba sucediendo por eso detuve el show, para poder lograr que tuvieran la ayuda que necesitaban”, indicó por su parte el rapero, pareja de Kylie Jenner.

Sin embargo, muchos lo acusan por su “pasividad” porque tardó 40 minutos en parar el concierto.

En el 2015, en el festival Lollapalooza, el rapero incitó al público a subirse al escenario y causar caos. Scott empezó a decir “We want rage!” (“Queremos rabia”) al momento en que docenas de fans subían al escenario. Al bajar del escenario, el rapero fue arrestado por su conducta desordenada.

Y en el 2017, Kyle Green, de 27 años que quedó paralizado después de que supuestamente lo empujaron desde un balcón en un concierto de Travis Scott. Green afirma que lo obligaron a saltar una barandilla durante el “muy concurrido” evento.

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