Por AFP Agencia |5 de julio de 2019, 10:36 AM

A dos días de encontrarse en el Maracaná de Rio de Janeiro para disputar la final de la Copa América-2019, el favorito Brasil y el sorprendente Perú preparan la estrategia para quedarse con el codiciado título continental.

Brasil, ocho veces campeón de la Copa América, en 1919, 1922, 1949, 1989, 1997, 1999, 2004 y 2007, ya se encuentra instalado en la Granja Comary, su centro de entrenamientos en Teresóplis, a unos 100 km de Rio de Janeiro. 

Perú, dos veces ganador del torneo continental, en 1939 y 1975, ya se entrenó este viernes en la 'Cidade Maravilhosa' de cara a la cita el domingo a las 17H00 locales (20H00 GMT) en el Maracaná, que tendrá el arbitraje del chileno Roberto Tobar.

Mantener el ADN brasileño.

Para Everton, la revelación de la Canarinha, que está haciendo olvidar al lesionado Neymar en esta Copa América, la clave de Brasil pasar por mantener "el ADN del fútbol brasileño".

Según dijo 'Cebolinha', tanto en el fútbol mundial como en el brasileño "se apegaron mucho al fútbol europeo, estilo táctico, que está fuera de las características de los atletas brasileños, que es el drible, el uno a uno".

"Entonces, yo trato de hacer eso, que lo hago desde pequeño, que es el ADN del fútbol brasileño", agregó Everton, que advirtió que la goleada 5-0 que Brasil le aplicó a Perú en la fase de grupos no cuenta de cara a la final del domingo, forma parte del pasado y la Canarinha no puede confiarse.

"Va a ser un juego totalmente diferente. Tenemos que estar preparados para hacer un buen juego", sostuvo.

Casemiro coincidió con 'Cebolinha': "Es una final, no vamos a esperar una goleada, ojalá que se dé, pero sabemos que no será así, será duro, ellos se están preparando bien para la gran final".

"Va a ser una gran final, un juego muy difícil, no podemos pensar que ya ganamos, hay que jugar. Una final no se juega, una final se gana, no importa como sea", agregó el aguerrido volante central del Real Madrid.

Gareca, el hacedor del milagro.

Para la prensa peruana hay un gran responsable de este éxito: "Gareca: el arquitecto de este sueño", tituló La República.

En cuatro años al frente de la selección inca, el argentino Ricardo Gareca ha tenido "tiempo suficiente para consolidar una idea del juego y llevar a escribir un nuevo capitulo de su historia, pero esta vez compuesta por ilusión y mucha alegría", destacó el rotativo.

El estado de ánimo en la selección inca está por las nubes.

Y no es para menos, dado que la celebrada victoria ante Chile le permitió a Perú volver a la final del torneo de selecciones más antiguo del mundo tras 44 años de ausencia, pues no disputa el título desde 1975, cuando venció a Colombia 1-0 en el tercer y decisivo partido.

La AFA vuelve a la carga.

Mientras tanto, Argentina y Chile se preparan, cabizbajos, para disputar el partido por el tercer puesto el sábado, ese que nadie quiere jugar y prácticamente no tiene razón de ser.

El interés en las últimas 48 horas se ha centrado además en las duras acusaciones de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) contra la Conmebol por la actuación del VAR durante el partido de semifinales que la Albiceleste perdió contra Brasil (2-0).

La AFA pidió el viernes a la empresa prestadora del VAR en la Copa América-2019 que aclare si los equipos de seguridad del presidente Jair Bolsonaro provocaron interferencias en las comunicaciones entre el árbitro y los asistentes del videoarbitraje como publicaron algunos medios.

El sitio brasileño Globoesporte.com publicó el miércoles que hubo un problema con el VAR antes del partido de semifinales jugado en el Mineirao, en Belo Horizonte, producido por "una interferencia en la señal de radio utilizada por el equipo de seguridad del presidente Jair Bolsonaro", presente en el estadio.

El jueves, en otra carta enviada a la Conmebol, la AFA denunció los "groseros errores arbitrales", que involucran en forma principal al ecuatoriano Roddy Zambrano, árbitro del partido. También se quejó de que Bolsonaro bajase al césped al descanso para saludar a la torcida, recordando que la FIFA prohíbe cualquier "injerencia" política.

Y el DT de la Albiceleste, Lionel Scaloni sigue echando leña al fuego. 

"Cuando acabas el partido, en caliente, piensas que te sacaron algo, pero se te pasa a medida que avanzan los días", señaló Scaloni, pero "esta vez es todo lo contrario". 

"Cuanto más pasa el tiempo, más nos damos cuenta que nos sacaron algo, de eso no hay duda", agregó.

Por el momento, la Conmebol no respondió a las acusaciones de la AFA.

Sí lo hizo el comité organizador de la Copa América este viernes, que calificó como "normal" la actuación del presidente Bolsonaro, según dijo el dirigente Thiago Jannuzzi.

Amenazas al portero chileno.

Mientras tanto, el gobierno chileno ofreció este viernes protección al arquero de la selección Gabriel Arias, tras la andanada de insultos y amenazas en las redes sociales por su discreta actuación en la caída de Chile 3-0 con Perú en semifinales.

"Para efectos de que si se requiere o necesitare Gabriel Arias o su familia protección o hacer la denuncia correspondiente, el Gobierno quiere manifestar que está totalmente disponible para ello", indicó el ministro del Interior, Andrés Chadwick, a la prensa.

Las amenazas, que incluían hasta una foto de su hijo de cinco años, llevaron al futbolista a cerrar sus cuentas en redes sociales, lo que abrió un debate en el país sobre hasta dónde pueden llegar las críticas sobre la actuación de un jugador en un partido.

"Las amenazas son realmente repugnantes, inaceptables y condenables desde cualquier orientación", dijo Chadwick.