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Comercio y lucha antidrogas en el centro de visita de Obama a México

Barack Obama y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quieren poner las relaciones económicas en el centro de su encuentro de este jueves...

Por AFP Agencia |2 de mayo de 2013, 6:14 AM

Barack Obama y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quieren poner las relaciones económicas en el centro de su encuentro de este jueves, aunque el cambio de estrategia de México en su lucha contra el narcotráfico también será discutido en la breve visita del mandatario estadounidense.

Ciudad de México es la primera parada de Obama en un viaje de tres días que también le llevará a Costa Rica para asistir a una cumbre con líderes centroamericanos y que tendrá al comercio, la migración y la batalla contra los cárteles como puntos destacados de la agenda.

Peña Nieto y Obama, que ya se reunieron poco antes de asumir el presidente mexicano en diciembre, han dejado claro que quieren devolver atención al comercio, migración y otros asuntos de la amplia y complicada relación bilateral después de siete años en los que el gran tema público fue el clima de violencia que ha sufrido México con más de 70.000 asesinatos.

"Hemos dedicado tanto tiempo a los temas de seguridad entre Estados Unidos y México que a veces creo que olvidamos que se trata de un gran socio comercial responsable de enormes volúmenes de comercio y enorme número de puestos de trabajo en ambos lados de la frontera", afirmó Obama el martes.

Antes de partir Obama hacia México la mañana del jueves, su gobierno anunció la creación de un foro bilateral sobre educación superior, innovación e investigación para ampliar los intercambios educativos.

México es el tercer socio comercial de Estados Unidos -por detrás de China y Canadá- con casi 500.000 millones de dólares anuales de intercambios, a casi 20 años de que firmaran, junto al gobierno de Ottawa, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La relación entre estos países vecinos ha estado marcada en los últimos años por una estrecha cooperación para enfrentar a los poderosos cárteles de la droga mexicanos que obtienen miles de millones de dólares por abastecer de cocaína, marihuana, heroína y drogas sintéticas a los consumidores en México y, sobretodo, en Estados Unidos.

Washington se comprometió a aportar 1.900 millones de dólares en ayuda, incluyendo entrenamiento policial y moderno equipamiento como helicópteros Black Hawk, para fortalecer a México en la lucha contra los grupos de narcotraficantes, que también perpetran un gran número de otros delitos como el secuestro o la extorsión.

Ahora ese plan de ayuda está siendo reevaluado por el gobierno de Peña Nieto, quien se ha comprometido con la meta de lograr "un México en paz" durante su mandato.

Por el momento, el presidente mexicano mantiene sobre el terreno el despliegue militar lanzado por su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), mientras implementa su nueva estrategia de seguridad fundamentada en un ambicioso plan social para prevenir la delincuencia y en un cambio en la forma en que su gobierno trabajará con las agencias de seguridad de Estados Unidos.

Durante su mandato, Calderón impulsó una colaboración sin precedentes con Washington permitiendo a sus agencias interactuar directamente con sus contrapartes mexicanas.

El nuevo gobierno mexicano prefiere ahora encauzar todos los asuntos relacionados con la seguridad a través de una "ventanilla única", la poderosa Secretaría (ministerio) de Gobernación, responsable de la política interior mexicana y que ahora también coordina a las fuerzas civiles y militares que combaten al crimen organizado.

En sus declaraciones, Obama señaló que hasta que no hable con Peña Nieto no podrá juzgar cómo su estrategia puede cambiar las relaciones en seguridad.

"Estamos seguros de que vamos a tener una constructiva y eficaz relación en seguridad con México y esperamos escuchar de ellos cómo planean avanzar", dijo Ricardo Zúñiga, asesor de Obama para América Latina.

Grupos de derechos humanos quieren que Obama aborde en México el alto nivel de impunidad que se vive en el país. Reporteros sin Fronteras instó al presidente a comprometerse a ayudar a "restablecer el Estado de Derecho y las libertades civiles" en un país donde 86 periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años.

Sobre la mesa de la reunión también estará el proyecto de reforma migratoria en Estados Unidos que discute el Senado.

Dos tercios de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos son de origen mexicano y Peña Nieto señaló que ofrecerá a Obama su punto de vista sobre la cuestión migratoria.

Está previsto que Obama y Peña Nieto se reúnan alrededor de las 15H00 locales (20H00 GMT) en el Palacio Nacional, ubicado en la central plaza del Zócalo, en cuyos alrededores se ha desplegado un gran dispositivo de seguridad. Después ofrecerán una rueda de prensa en el mismo escenario.

Posteriormente, Obama tendrá dos eventos privados. El primero es un encuentro con personal de la embajada estadounidense en su hotel y después asistirá a una cena en la residencia oficial de Peña Nieto.

En la mañana del viernes, el mandatario ofrecerá un mensaje para jóvenes mexicanos en el emblemático Museo de Antropología y partirá hacia San José, donde el sábado concluirá su primer viaje a América Latina desde su reelección a finales del año pasado.