Por AFP Agencia |15 de septiembre de 2017, 1:38 AM

Pekín, China | Estados Unidos exige nuevamente a China que aumente la presión sobre Pyongyang restringiendo las exportaciones de petróleo, luego del enésimo lanzamiento de un misil por Corea del Norte.

A continuación cinco preguntas sobre un eventual embargo al crudo y las reticencias de China.

China aprobó esta semana una octava tanda de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que prevé limitar la entrega de crudo a Corea del Norte, del que sigue siendo su principal aliado.

China sigue oponiéndose a un embargo petrolero total.

¿Cuál es el volumen de crudo?

Las estimaciones varían mucho y China no publica al menos desde 2014 las cifras de exportación de petróleo hacia Corea del Norte.

La Agencia de Información sobre Energía (EIA) de Estados Unidos estima que el país consumió el año pasado 15.000 barriles de crudo por día, esencialmente provenientes de China y para alimentar la única refinería del país.

¿A qué se destina el petróleo ?

China suministra a través del oleoducto sino-norcoreano, un ducto de 30 km que parte de la ciudad fronteriza de Dandong. El gigante chino CNPC indicó en 2015 que el oleoducto podía transportar 520.000 toneladas de crudo por año.

Una parte es almacenada para las Fuerzas Armadas norcoreanas, entre otras necesidades para el programa nuclear y balístico, estimó Wang Peng, experto de la universidad Fudan de Shanghai.

"Una vez que las Fuerzas Armadas y los órganos del gobierno reciben el suministro, no creo que la gente pueda aprovechar" el resto, indicó a la AFP.

¿Qué efecto tendría un embargo?

La prioridad dada a las Fuerzas Armadas significa que en caso de embargo el consumo de los civiles se vería aún más restringido.

"A corto plazo, una interrupción total de las entregas no afectaría los programas nuclear y balístico. Los militares tienen sus propias reservas estratégicas", mientras que la población se vería militada a utilizar carbón y leña como fuentes de energía, observó Jingdong Yuan, profesor de la Universidad de Sidney.

Para la universitaria, el régimen "no caerá repentinamente", pero la situación se complicará con el tiempo, por falta de combustible alternativo para las operaciones militares.

Al final de cuentas, privar de crudo al régimen sería "fatal" para Kim Jong-Un , estimó Oh Joon, ex embajador de Corea del Sur en Naciones Unidas.

¿Por qué las reticencias de Pekín?

China está horrorizada con la idea de una caída brutal de su vecino, que podría desembocar en una situación caótica, un flujo de refugiados y sobre todo una reunificación de la península bajo los auspicios de las fuerzas militares estadounidenses.

Y "si las sanciones se endurecen muy rápido, no dejará más lugar" a una resolución de la crisis a través del diálogo, observó Joost van Deutekom, analista de China Policy. Se podría sin embargo aplicar un embargo por etapas muy progresivas, estimó.

Otro factor posible: Pekín puede temer la reacción de Corea del Norte. "Estarán muy probablemente furiosos con China" si cesa su entrega de crudo, insiste Jingdong Yuan.

Lo que alimenta el temor a un total giro geopolítico, ahonda el experto Wang Peng.

Según Peng, al cortar los víveres a su turbulento vecino, China puede provocar su ira. Contra la pared, Pyongyang podría verse tentado con "mirar hacia Estados Unidos" para intentar ponerse de acuerdo con ellos, una dinámica "que cambiaría completamente el equilibrio en el noreste asiático".

¿Un factor técnico?

Otra consideración que puede explicar la prudencia de Pekín: una vez que el flujo de petróleo cese, el oleoducto sino-norcoreano --una infraestructura en servicio desde 1975-- se dañará y difícilmente podrá volver a entrar en servicio, recuerda Wang Peng.

"Según algunos (...) el oleoducto se vería tan dañado que sería imposible repararlo", insistió Van Deutekom. Lo que podría obligar a China a mantener el suministro al menos al nivel necesario para conservar el ducto en estado.