Internacional

Chilenos se tienen fe y argentinos apelan a su historia en la final de la Copa América

La final se disputará este sábado (2 p. m., hora de costarricense) en el Estadio Nacional de Santiago.

Por AFP Agencia |3 de julio de 2015, 9:44 AM

Los hinchas chilenos tienen fe y esperan "ganar alguna vez algo". Los argentinos apelan a su historia y a que cuentan con "los mejores jugadores del mundo". La final de la Copa América este sábado entre Chile y Argentina encendió la pasión futbolera a ambos lados de Los Andes.

En Santiago, donde chilenos y argentinos se medirán en una inédita final, los locales no tienen dudas: de la mano de una prodigiosa generación de jugadores confían en ganar en casa el primer título de su historia.

"Chile va a ganar porque somos locales y superiores (...) Los argentinos dejaron de ser lo más grande", dice a la AFP Guillermo Dolesan, un confiado hincha chileno.

"Siempre segundos... siempre terceros, pero nunca primeros. Esperamos que ahora las cosas sean diferentes. Nada es imposible", afirma de su lado, Enzo Jaque, quien se hacía la América vendiendo gorros y banderas de la selección en el céntrico paseo Ahumada de Santiago.

Pero los pocos argentinos que se paseaban por el centro de Santiago estaban convencidos de aguarles la fiesta:

"Argentina va a jugar mejor con todo en contra, porque Argentina tiene a los mejores jugadores del mundo", asegura Gabriel, que viajó a Chile junto a tres amigos para ver una final que podría darles el primer título a la Albiceleste en 22 años.

En Buenos Aires también reinaba la confianza.

"Chile está agrandado, pero vamos a ganar 3-0", dice a la AFP en la peatonal Florida Alan Cisilin, un estudiante universitario de comercio. Carlos Canaveri un empleado, de 26 años, coincide en que "Argentina gana tranquilo".

Unos 12.000 argentinos cruzarían la Cordillera para ver o estar cerca de la final que disputará el sábado por la tarde en el Estadio Nacional de Santiago, aunque los hinchas albicelestes tienen disponible apenas 2.000 localidades.

La capital chilena los aguardaba en calma y sin eventos particulares que alteraran este viernes el día laboral en una jornada de preemergencia ambiental.

Es futbol, no una guerra

El duelo futbolístico hizo recordar cierta hostilidad heredada desde que ambos países estuvieron a punto de enfrentarse en una guerra en 1978 y el apoyo que cuatro años más tarde la dictadura chilena de Augusto Pinochet (1973-1990) le dio Gran Bretaña en la guerra de Las Malvinas de 1982.

En pleno paseo céntrico Ahumada de Santiago, la disputa afloró en una pequeña discusión entre hinchas de ambos países: "Nada de que somos traidores", increpa un chileno a un grupo de argentinos, en alusión al cántico en que hinchas argentinos tratan de traidores a los chilenos por su apoyo a Londres en la guerra de las Malvinas.

"Esto es fútbol, nada que ver eso", responde el hincha  argentino, bajándole el tono a la discusión que rápidamente queda en el olvido para dar paso a lo futbolístico:

"Para ustedes lo mejor es que no despierte el mejor jugador del mundo", dice el argentino en alusión a Lionel Messi, el astro del Barcelona español. "Tenemos a Alexis Sánchez para enfrentarlo", responde el chileno.

"El que maneje mejor la pelota en la mitad de la cancha, gana. Los dos atacan como una tromba pero se descuidan. ¿La hostilidad?. La gente mezcla mal esto con la política pero no tiene nada que ver", dice en la capital argentina el publicista y artesano chileno, Luis Zambrano (30).