Camboya prohibe el recurso a los vientres de alquiler
El gobierno de Camboya prohibió el recurso a los vientres de alquiler, una práctica comercial que se desarrolló muy rapidamente estos últimos meses.
El gobierno de Camboya prohibió el recurso a los vientres de alquiler, una práctica comercial que se desarrolló muy rapidamente estos últimos meses luego de la interdicción de este mecanismo en Tailandia, país vecino.
"La gestación para otra persona está absolutamente prohibida", escribió el ministerio de Salud en una nota enviada la semana pasada a las clínicas que ofrecen este tipo de servicios.
El gobierno camboyano "trabaja sobre una ley que permitirá proteger a mujeres y niños y evitar que sean objeto de tráfico", precisó el portavoz del ministerio de Asuntos Femeninos, Phon Puthborey.
El cierre de varias clínicas en Tailandia y también en India, que acaba de pedirle a los establecimientos que no reciban más a clientes extranjeros, multiplicó la demanda en Camboya.
"Es una industria que creció muy rápido en un país que no estaba preparado para enfrentarla, en particular en lo que respecta a los servicios médicos", explicó a la AFP el australiano Sam Everingham, fundador de Families Through Surrogacy, una asociación dedicada a la gestación para el otro.
La decisión del gobierno camboyano "va a sembrar pánico entre muchos padres que esperan... como ya vimos que sucedió en Tailandia", agregó, y estimó que actualmente una cincuentena de clínicas ofrecen este tipo de servicios en el país.
Con esta práctica Camboya apareció recientemente en el mapa mundial, con una gama de precios muy bajos en relación con Estados Unidos y con la ausencia de una regulación que permitía que las clínicas aceptaran a parejas homosexuales y a solteros.
Desde hace dos años, Tailandia castiga con 10 años de prisión a toda persona que se beneficie de la gestación para el otro, aunque sigue autorizando el uso de vientres de alquiler en el seno de las familias o para amigos.
Líder internacional de esta práctica, en India este sector llegó a generar entre 450 millones y dos mil millones de euros por año según diferentes estimaciones.
Pero el país progresivamente limitó el acceso a este recurso, exluyendo en 2012 a las parejas homosexuales y a los solteros. El año pasado, el gobierno avanzó con la prohibición y pidió que las clínicas no aceptaran clientes extranjeros.