Por AFP Agencia |17 de enero de 2023, 10:35 AM

Tras haber brillado en los mejores escenarios del fútbol mundial, Cristiano Ronaldo deberá comparecer en modestos estadios de Arabia Saudita, contra equipos de menos potencial y con temperaturas siempre altas.

El campeonato de Arabia Saudita, en el que debutará el 22 de enero, es un salto a lo desconocido para la leyenda portuguesa de 37 años, habituado al Santiago Bernabéu, la casa del Real Madrid, o a Old Trafford, el 'Teatro de los Sueños' del Manchester United.

Su llegada al país del Golfo supone una operación récord en la historia del fútbol: Recibirá 200 millones de euros (214,8 millones de dólares) por su contrato de dos años con el Al-Nassr y "otros 200 millones" por ser "embajador" de la candidatura conjunta para organizar el Mundial de 2030 que Arabia espera presentar con Grecia y Egipto, afirmó a la AFP una fuente informada de las negociaciones, que pidió el anonimato.

Pero el cambio de escenario para el cinco veces Balón de Oro y ganador de la Liga de Campeones en cinco ocasiones será duro. Deberá jugar en recintos modestos, como la cancha del Al Batin, en la que solo caben 6.000 espectadores.

El campeonato nacional, la Saudi Pro League, enfrenta a 16 equipos, desde Dammam, en la costa del Golfo, a Jeddah, en el mar Rojo, pasando por las ciudades de provincia de Majma'ah o Hofuf, en pleno desierto.

Si el Al-Hilal o el Al-Ittihad, los gigantes del fútbol saudí, cuentan con estadios para 62.000 espectadores, otros equipos de la primera división tienen campos para menos de 10.000 personas, a veces rodeados por pistas de atletismo.

Noches de 30 grados.

Todos los estadios no están "en el mejor estado", reconoce Moqbel al-Zabni, redactor jefe del diario deportivo Al-Riyadiah, subrayando que tampoco están "a punto de romperse".

"Las afluencias a las que Ronaldo está acostumbrado aquí no existen", añade.

En su debut del domingo, 'CR7' jugará en el Mrsool Park, un estadio de 25.000 plazas en la capital Riad, donde el público ya acudió a su presentación a principios de mes.

La estrella portuguesa no tendrá sin embargo que recorrer el inmenso país desértico en cuatro ruedas, ya que el Al-Nassr utilizará habitualmente aviones en sus desplazamientos.

Una de las preocupaciones que debe tener es el calor. El campeonato, que se disputa de agosto a mayo, permite evitar los picos de temperatura, en el verano boreal, cuando se superan habitualmente los 40 grados.

La mayor parte de los partidos se disputará al caer la noche, pero incluso a esas horas no es raro que se superen los 30 grados entre marzo y septiembre.

"El clima será un desafío para Ronaldo", señala Saleh al-Khalif, redactor jefe adjunto del Al-Riyadiah.

Con Ronaldo en sus filas, el Al-Nassr espera lograr su primer título en la Liga de Campeones de Asia, para unirse a sus grandes rivales, Al-Hilal y Al-Ittihad, coronados en varias ocasiones.

No será un paseo.

Si el campeonato saudí no es la Premier League, la Serie A o la Liga, los tres grandes torneos que Ronaldo ha disputado en su carrera europea, sí es una competición dura, con seis campeones diferentes en los últimos 14 años.

"No será un paseo", advierte Saleh al-Khalif. 

La Saudi Pro League cuenta con 128 jugadores extranjeros. Cada equipo tiene autorizados ocho en sus plantillas.

El Al-Nassr, dirigido por el francés Rudi Garcia, cuenta entre otros con el colombiano David Ospina, antiguo arquero del Arsenal, y el centrocampista internacional brasileño Luiz Gustavo, antiguo jugador del Bayern Múnich y del Marsella.

La primera misión del capitán de la selección portuguesa será mantener al club en la primera posición de la clasificación y lograr el primer título en cuatro años. Enfrente los adversarios estarán muy motivados por frenarlo.

"Ronaldo es una leyenda, todos los equipos jugarán para batirlo", dice Saleh al-Khalif. 


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