Biden ataca al "dictador" Putin mientras Rusia intensifica ataque en Ucrania

El presidente estadounidense Joe Biden arremetió el martes con fuerza contra su homólogo ruso Vladimir Putin, un "dictador" que está "más aislado que nunca", por su ofensiva contra Ucrania, que se intensificó con bombardeos en Kiev y Járkov.

En su primer discurso del Estado de la Unión, el líder demócrata aseguró que el dirigente del Kremlin se equivocó al subestimar la respuesta de Occidente ante su agresión, con una serie de sanciones sin precedentes contra Moscú que, sin embargo, no han frenado el avance ruso en Ucrania.

"Un dictador ruso, que invade un país extranjero, tiene costos en todo el mundo", dijo Biden ante los congresistas, asegurando que Putin "está más aislado del mundo que nunca" y amenazando a los oligarcas rusos con apoderarse de "sus yates, sus apartamentos de lujo, sus aviones privados".

En el terreno, las tropas rusas intensificaron su ataque, con bombardeos y maniobras contra grandes ciudades ucranianas como Kiev, Járkov (noreste), la segunda urbe con 1,4 millones de habitantes, Jersón o Mariúpol.

En la capital, un ataque impactó en la torre de la televisión, con saldo de cinco muertos y cinco heridos. Las autoridades locales temen un gran asalto tras la difusión de imágenes de satélites de un convoy ruso de más de 60 kilómetros de largo al norte de Kiev.

En Járkov, escenario en la víspera de bombardeos que dejaron al menos una decena de muertos, tropas aerotransportadas rusas consiguieron aterrizar el miércoles en la ciudad y luchaban contra las fuerzas locales para tomar el control de un hospital militar, indicó el ejército ucraniano.

Medios ucranianos informaron de nuevas explosiones por la noche en la capital y en Bila Tserkva, unos 80 km al sur. Además, el servicio de urgencias informó de un bombardeo sobre zonas residenciales en Yítomir (266.000 habitantes), al oeste de Kiev, con dos muertos y tres heridos.

- Avance ruso en el sur -  

Aunque todavía no han reivindicado ninguna gran victoria, los rusos parecen avanzar en el sur del país, en la región del mar de Azov, donde controlaban la anexionada península de Crimea y parte del Donbás, el territorio rebelde prorruso que llevaba desde 2014 contra Kiev.

En medio de estos dos territorios se ubica la ciudad portuaria de Mariúpol, que se quedó sin electricidad por los bombardeos. Su alcalde evocó más de cien heridos, mientras que el gobernador de la región dijo que la localidad vecina de Volnovaja (20.000 habitantes) estaba casi "destruida".

En un comunicado, el ministerio de Defensa ruso insinuó que sus tropas de Crimea habían logrado contacto ya con las milicias separatistas de Donetsk, una información que no pudo ser verificada.

Más al oeste, el ejército ruso controlaba los accesos, la estación ferroviaria y el puerto de la ciudad costera de Jersón (290.000 habitantes), según su alcalde.

Para Kiev, un nuevo peligro acecha al norte, en Bielorrusia, aliada de Moscú, que ordenó el despliegue de tropas adicionales en la frontera con Ucrania. Según el ministerio de Defensa ucraniano, estas tropas podrían "respaldar en el futuro los invasores rusos".

- Ucrania urge a "frenar" la invasión -

La ONU estima que más de 677.000 personas han huido de Ucrania y hay un millón de desplazados internos. Este éxodo "podría convertirse en la crisis de refugiados más importante de este siglo en Europa", dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ, de la ONU) convocó audiencias el 7 y el 8 de marzo en un caso que le fue presentado por Ucrania, que acusa a Rusia de planear un genocidio.

Por su parte, el presidente Volodimir Zelenski destacó en conversación telefónica con Joe Biden la necesidad de "frenar" la invasión rusa "cuanto antes" y reiteró en una videoconferencia ante el Parlamento Europeo su petición para entrar de forma inmediata en la UE.

"Europa será más fuerte con Ucrania en su seno. Sin ustedes, Ucrania estará sola. Nosotros hemos probado nuestra fortaleza (...). Por eso, prueben que están con nosotros, prueben que no nos abandonarán", dijo en un dramático discurso ovacionado por el pleno.

- Cerco económico, mediático, cultural y deportivo -

Los 27 países de la UE decidieron este martes prohibir la difusión de los medios estatales rusos RT y Sputnik y autorizaron la exclusión de "algunos bancos rusos" del sistema de mensajería interbancaria Swift. Además, Estados Unidos se sumó al cierre del espacio aéreo a aviones rusos.

La lluvia de sanciones se amplió igualmente en los ámbitos deportivo, cultural y empresarial.

Atletas, tenistas, patinadores o ciclistas rusos han sido excluidos de las competiciones, y varias orquestas y festivales anularon sus compromisos con el músico ruso Valeri Guérguiev, un defensor de Putin.

El gigante de la tecnología Apple suspendió la venta de todos sus productos en Rusia y las petroleras italiana Eni y estadounidense ExxonMobil anunciaron su desvinculación de proyectos en Rusia. Boeing suspendió sus servicios de apoyo a aerolíneas rusas.

El aislamiento ruso quedó patente en la sede de la ONU en Ginebra, donde numerosas delegaciones boicotearon las intervenciones en línea online del canciller ruso Serguéi Lavrov en dos conferencias distintas.

- Recaudación de ayuda -

Pese a esta presión inédita, Putin parece decidido a continuar la ofensiva y poner fin a las aspiraciones de Ucrania de sumarse a la UE y la OTAN.

Ante la catástrofe que comienza a perfilarse, la ONU lanzó un llamado a recaudar 1.700 millones de dólares en ayuda de emergencia para Kiev, estimando que 12 millones de personas necesitarán ayuda en Ucrania y otros cuatro millones en países vecinos.

Además, el Banco Mundial anunció que prepara una ayuda de emergencia de 3.000 millones de dólares para Ucrania, de los que 350 millones pueden desbloquearse esta semana.

La invasión de Ucrania y las sanciones contra Rusia preocupan a los mercados mundiales, que volvieron a registrar fuertes bajas este martes en Estados unidos y en Europa. Además, los precios del barril de Brent y de WTI se situaron en niveles no vistos desde hace más de siete años.