Por AFP Agencia |15 de agosto de 2016, 5:01 AM

Con la retirada internacional de varios de sus jugadores más emblemáticos, la generación dorada de la Alemania de la última década sigue desintegrándose, pero la Mannschaft puede mirar con optimismo al futuro: su reserva de jóvenes talentos asegura la continuidad de un proyecto ganador.

Inmune al paso del tiempo y a la baja de los jugadores que le han acompañado en los éxitos, el seleccionador Joachim Low se mantiene en el banco y celebra este martes el décimo aniversario de su primer partido al frente de la selección alemana (victoria por 3-0 ante Suecia en un amistoso).

El lunes, Lukas Podolski anunció su retirada de la selección, dos semanas después de que lo hiciera Bastian Schweinsteiger, ambos partícipes del triunfo germano en el Mundial de Brasil-2014. Días después de aquella victoria, Klose y Lahm habían dicho adiós al combinado nacional.

Pero el hueco dejado por estas leyendas del fútbol alemán parece estar bien cubierto, a pesar de la derrota en semifinales de la reciente Eurocopa de Francia ante el país anfitrión.

Los actuales pilares de la Mannschaft no alcanzan la treintena (Draxler, 22, Götze, 24, Müller, 26, Özil, Boateng y Hummels, 27), a la vez que varios casi adolescentes asoman la cabeza en equipos de máximo nivel: Kimmich (Bayern, 21 años), Weigl (Dortmund, 20 años), Leroy Sané (fichado por el Manchester City por cerca de 50 millones de euros, con sólo 20 años)...

El arquero Manuel Neuer, de 30 años, será uno de los 'ancianos' del equipo.

La Alemania 'española'

Todos ellos son producto de un sistema de formación iniciado tras el trauma de 1998, cuando Alemania fue humillada por Croacia (3-0) en cuartos de final del Mundial de Francia.

Fue entonces cuando los dirigentes del fútbol alemán consideraron que habían llegado a un punto de no retorno y que se habían dormido en sus laureles, siendo superados por las naciones vecinas.

Así, y con la Francia campeona del mundo aquel año como referente, Alemania invirtió cerca de 700 millones de euros en la formación de jóvenes jugadores.

Y la llegada en 2004 de Jürgen Klinsmann al frente de la selección le dio una nueva filosofía de juego. El ex delantero del Bayern de Múnich, campeón del mundo en Italia-1990, apostó por un fútbol más combinativo, alejado del fútbol basado en el físico que siempre caracterizó a la tetracampeona del mundo. Un estilo al que Low dio continuidad, inspirado, según reconoce, en el juego de España.

Táctica y yoga

En 2006, después del tercer puesto logrado en el Mundial de Alemania, Klinsmann dejó su puesto a Löw.

Apasionado de la táctica, este exdelantero que nuca alcanzó la gloria como jugador, destaca además por su sintonía con los jugadores, y por la introducción de métodos innovadores, como la práctica del yoga.

Low otorga mucha importancia a la continuidad en las selecciones. Bajo su impulso, el nuevo estilo de juego se aplica también en las categorías inferiores.

Müller, Kroos, Özil, Reus o Götze, o los centrales Hummels y Boateng, son jugadores con calidad, elegantes, técnicos, y responden a patrón de los gustos del seleccionador.

En diez años Alemania se ha instalado de nuevo en lo más alto de la jerarquía mundial, alcanzando sin excepción los puestos de honor en los torneos internacionales.

A Low le quedan dos años de contrato, pero deja mimbres para que su sucesor pueda mantener a Alemania en la cumbre.